El Castillo de Freixo da Espada a Cinta se encuentra situado en la localidad de este mismo nombre perteneciente al distrito de Bragança en Portugal.
Es
una de las más antiguas fortificaciones Tras-os-Montes, ya que
existe documentación sobre el mismo desde comienzos del siglo XII y
siendo por tanto anterior al gran impulso de construcción de
fortificaciones y villas nuevas que realizaron D. Afonso III y D.
Dinis.
El
origen del pueblo, así como su topónimo son muy antiguos,
sumergidos en el terreno de la leyenda. De acuerdo con el erudito
quinhentista Juan de Barros, la fundación es atribuida a un hidalgo
español, de apodo Feijão, que habría vivido en el siglo X, y en
cuyas armas constaría un fresno y una espada. Una tradición local
en cambio atribuye el topónimo a un guerrero visigodo de apodo
Espadacinta, que allí se acostó a la sombra de un fresno para
descansar.
En
todo caso, la población ya existía en los primeros tiempos de la
creación del reino de Portugal, marcando la frontera al oeste del
río Duero. La referencia más antigua data de 1152 o 1155-1157, años
en que D. Afonso Henriques pasó carta de foral a la localidad y
fomentó su población permitiendo el asentamiento de condenados por
la justicia.
Se
cree que la construcción de la fortificación se produjo a partir de
entonces, aunque sólo existía referencia documental a la misma un
siglo más tarde, en 1258. Este primitivo reducto eventualmente sería
complementado por una cerca envolviendo la población. Durante los
años 1212 y 1213 permaneció en manos de las tropas leonesa.
De
este primer momento de vida del castillo, sin embargo, poco o nada es
lo que se sabe y el conjunto aguarda aún por una investigación
rigurosa que permita identificar, por ejemplo, si partes de los
restos de muralla que han sobrevivido pueden corresponder a ese
período.
En
el siglo XIII, a partir del foral otorgado por D. Afonso III, datado
de 1273, el castillo fue objeto de una extensa campaña de obras.
Tampoco se conoce en concreto la amplitud de los trabajos realizados,
por la gran destrucción actual del conjunto, pero no quedan dudas de
la gran importancia de esta campaña, en particular la que se
desarrolló en el reinado de D. Dinis.
El
principal elemento que resta del castillo es la alta y refinada torre
heptagonal (también denominada Torre
do Galo).
Con cerca de 25 metros de altura, y con caras de diferentes anchos,
se impone sobre la malla antigua de la localidad y es una de las más
importantes realizaciones militares del tiempo de D. Dinis. Aparecen
en ella los dispositivos de tiro vertical a través de balcones
corridos asentados en matacanes y con el suelo abierto. Es de
destacar la complejidad planimétrica de la estructura que permitía
una mejor defensa circundante. Hoy ostenta un campanario que sería
instalado entre los siglos XVII o XVIII.
La
complejidad y diversidad de las torres parece, por lo demás, haber
sido una constante de la reforma dionisina. En el siglo XVI, cuando
Duarte de Armas dibujó la fortaleza, todavía existían muchas de
estas torres, de perfil hexagonal y pentagonal, dispuestas a
intervalos regulares y la mayoría con balcones asentados en
matacanes para la defensa del circuito amurallado.
Fuentes: Wikipedia
Castillos, Torres y Fortalezas de Portugal
Galería:
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