jueves, 15 de julio de 2021

Torre de Santa Elena (Biescas, Huesca)

 


Los restos de la Torre de Santa Elena se encuentran situados en el angosto paso de Santa Elena, en el borde de un barranco junto al camino que lleva al Fuerte de Santa Elena y a la ermita del mismo nombre, en la orilla izquierda del río Gállego en el término municipal de la localidad de Biescas de la comarca del Alto Gállego de la provincia de Huesca (Aragón). 

La torre fue construida a fines del siglo XVI por el ingeniero militar italiano Tiburcio Spannochi según orden de Felipe II, como parte del plan ideado para reforzar o fortificar los pasos importantes del pirineo y las poblaciones próximas a Francia, para tener controlada la frontera y prevenir posibles ataques o intentos de invasión de los franceses. La fortificación fue levantada en el antiguo camino que venía de Francia y el valle de Tena. 

El plan inicial en este caso consistía en construir dos torres, una que controlara el camino y otra emplazada en posición más elevada, en las inmediaciones de la ermita. Solo se tiene constancia de que se construyera la defensa inferior, la de Santa Elena. La decisión de fortificar el paso de Santa Elena tuvo que ver con los acontecimientos sucedidos en 1592, en los que los hugonotes franceses invadieron el valle oscense de Tena llegando hasta Biescas, población que saquearon. La contraofensiva aragonesa se atascó con la dura resistencia que ofrecieron los franceses en el desfiladero de Santa Elena, hasta que los aragoneses consiguieron expulsarlos. 

En 1641 el comandante de la fortaleza de Jaca informa que la torre la posee Martín Pardinas. En 1706, durante la guerra de Sucesión (1700-1714), los partidarios del archiduque Carlos se apoderan de la fortificación. Al año siguiente (1707) fue recuperada por los partidarios de Felipe. 

En 1750 se decide la construcción de otra torre que se situaría aguas abajo de la antigua, en las cercanías de la ya construida. Esta torre, que en 1752 ya estaba en funcionamiento, fue destruida en agosto de 1808, durante la guerra de la Independencia (1808-1814), cuando una división francesa se internó en el valle de Tena dedicándose a asesinar, robar ganado e incendiar poblaciones. La torre de Santa Elena quedaría en estado lamentable. 

Su planta era cuadrada y fue construida con mampostería y sillería. En la actualidad se observa una torre muy arruinada. Presenta una planta cuadrangular un tanto irregular, aunque su estado de conservación y la maleza impiden apreciar como pudo ser su planta completa. 

Era de obra de mampostería menuda y sillares muy bien escuadrados en las cantoneras y en el zócalo, con huecos aspillerados. El arranque del lado oeste es el único que permanece en pie. En este paramento se abre una serie de siete aspilleras de igual diseño y medida, bajo el arranque de un arco ciego de medio punto, similares a las del fuerte de Ysil de Hecho. Las aspilleras son de salida vertical y a intramuros parecen de cierre plano, aunque el antepecho debía de presentar un pronunciado derrame. 

Hoy día apenas quedan restos. Se encuentra en estado de ruina progresiva, casi desaparecida. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               sipca.com

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