Las Murallas de Huesca son el recinto amurallado de la ciudad de este nombre, situadas en algunos tramos del casco antiguo de esta capital provincial de la Comunidad de Aragón.
El
casco antiguo de la ciudad de Huesca está circunscrito por un
recinto amurallado del siglo IX, del que se conservan importantes
tramos. Dada su importancia desde la época romana, en la que era
conocida como Osca, Huesca debió estar amurallada. Estas murallas
debieron ser sucesivamente reforzadas y ampliadas con el paso del
tiempo, en las épocas posteriores, musulmana y cristiana. Al perder
su función defensiva e impedir el crecimiento de la ciudad fueron
desmontadas en gran parte y sus materiales utilizados para la
construcción de edificios y muros.
La
muralla medieval que rodea la ciudad llegó a tener 90 torres, de
planta rectangular, distantes unas de otras unos 22 metros, aunque en
la actualidad sólo resta el Torreón
del
Amparo.
En su trazado, que discurría por la ronda de Montearagón, Coso
Bajo, Coso Alto y calle Joaquín Costa, con un perímetro de unos
1.800 m. y encerrando una superficie aproximada de 22 Ha., se abrirían
varias puertas que darían acceso al primitivo recinto, conservándose
tan sólo una de ellas, la popularmente denominada “Porteta”,
que se encuentra en uno de los lienzos y situada en alto, adovelada y
con arco de medio punto, que seguramente fuera construida en la Edad
Media.
El
tramo de muralla más importante se sitúa en la zona denominada
significativamente Trasmuro, entre el Puente de San Miguel y la Plaza
de Toros, en la Ronda de Montearagón.
La
muralla, construida en sillares de arenisca, se compone en sus tramos
de época andalusí, de un arranque o zarpa y de un lienzo o muro
compuesto por grandes sillares rectangulares colocados a tizón
unidos por fino tendel de argamasa.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
Excmo. Ayuntamiento de Huesca
Galería:
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