El Castillo de Mora de Rubielos, también llamado Castillo-Palacio de los Fernández Heredia, se encuentra situado sobre una loma de la Sierra de Gudar a orillas del rio Mosa, desde la que domina la localidad de Mora de Rubielos en la provincia de Teruel (Aragón).
El
castillo fue uno de los emplazamientos pertenecientes a los
musulmanes hasta que, en el año 1171, el rey Alfonso II lo recuperó
para incluirlo en el orbe cristiano. Perteneció a Juan Fernández de
Heredia, hombre que perteneció a una orden militar. En el siglo
XVIII pasó a ser ocupado por la orden de predicadores
franciscanos.
La fortaleza ha sido escenario de las luchas
entre los reinos de Castilla y Aragón. Ocurrió así con uno de los
propietarios del castillo, Don Pedro de Jérica, quien se sometió al
rey castellano Pedro I el Cruel. Posteriormente, los vecinos de la
comunidad, en desacuerdo con él, dejaron las puertas abiertas para
que el rey aragonés se hiciera de nuevo con la plaza.
El
castillo es de estilo románico y gótico en su parte más moderna.
El recinto, que ocupa una extensión de 4.000 metros cuadrados, tiene
planta de forma de cuadrilátero irregular. Sus cuatro fachadas son
distintas, así como las cuatro torres. El exterior es castrense,
severo y bastante cerrado. Su situación elevada dificultaba su
acceso. Las saeteras que se abren en sus muros y los matacanes
completan aspectos imprescindibles para su defensa. La distribución
de esta fortaleza es la habitual en los alcázares señoriales: salas
alrededor de un patio descubierto, que aquí tiene estructura
porticada. Su estilo es gótico del siglo XIII.
Una de las
torres sirve de puerta de entrada, con un puente levadizo y foso que
rodeaba el recinto. Otra de las torres sirvió de mazmorra. La Torre
del Homenaje servía también de acceso al recinto junto con la
puerta-torre, mencionada anteriormente. Su planta es de forma
octogonal, y su interior cuenta con dos estancias de planta cuadrada.
En sus muros apenas nos aparecen saeteras y tampoco presenta remate
en almenas.
El patio descubierto, bastante extenso, tiene
aspecto claustral, formado por arcadas apuntadas apoyadas en columnas
octogonales. En los salones solo quedan algunas puertas y ventanas
antiguas y restos de azulejos. El interior alberga una serie de
elementos decorativos como su línea de arcos ojivales, encima de las
cuales y en dos de sus lados, se alzan arcadas realizadas en
ladrillo, de influencia musulmana. Sobre uno de los accesos nos
encontramos elementos de la heráldica perteneciente a los Fernández
de Heredia.
El
edificio fortaleza, que se ubica en un cerro dominando la comarca,
está realizado en piedra, construida en sillares bien alineados en
bandas horizontales, tanto en los muros como en las torres. Sus
materiales y su emplazamiento dotan al edificio de un aspecto férreo
y compacto propio de su función defensiva.
Su
estado actual es bueno. Se inició su restauración en los años 70,
durando un amplio periodo de tiempo. Ha sufrido dos incendios: uno en
1700, que lo destruyó casi en su totalidad, y otro con las guerras
carlistas. Se habilitó como cárcel en ambas ocasiones.
Es
visitable previo pago de la entrada correspondiente.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
aragonromanico.org
Galería:
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