El Castillo de Ballobar, también conocido como "El Castillazo", se alza sobre una pequeña elevación al oeste de la localidad de Ballobar, un poco más arriba de la iglesia de la Asunción, en la ladera y bajo la Ermita de San Juan Bautista, en la provincia de Huesca (Aragón).
Ballobar
es una pequeña población de fuerte sabor medieval, situada sobre la
orilla derecha del río Alcanadre, muy poco antes de su confluencia
con el Cinca. Apenas dieciséis kilómetros la separan de Fraga. Su
iglesia parroquial dedicada a la Asunción de Nuestra Señora datable
en el XIII así como su bello puente medieval sobre el Alcanadre,
ratifican su pasado.
En
un nivel algo superior al de la iglesia, a media ladera dominada por
la ermita de San Juan y compartiendo estratégico enclave con los
depósitos del agua, antenas repetidoras y una legión de cigüeñas,
se hallan los restos de su castillo medieval. Del mismo no queda sino
el arranque de su base, colmatado y reutilizado por las cigüeñas
como asiento de sus nidos.
El
castillo es de origen musulmán y debió ser construido en los siglos
XII o XIII para defender a los colonos que se fueron instalando junto
al río.
La
primera referencia a este lugar se hace en la colección diplomática
de Pedro I, que lo cita como Valle Lupari. Pedro II lo entregó al
monasterio de Sigena en el año 1212. En 1268 fue vendido por Jaime I
a la condesa de Urgell. Jaime II lo entregó a Guillem de Moncada,
señor de Fraga.
Quedan
los restos de un macizo torreón de planta rectangular de unos 12 por
4 metros de lados. Está edificado en sillarejo y en su base y en
lugares sensibles hallamos grandes bloques alargados de arenisca,
quizá reutilizados de una edificación previa islámica. Su eje
mayor se orienta en sentido noroeste-sureste. La torre es de piedra,
con sillares mejor cortados en las aristas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
Galería:
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