sábado, 18 de julio de 2020

Castillo del Príncipe (Cee, La Coruña)


El Castillo del Príncipe es una fortaleza construida en el siglo XVIII y situado en la parroquia de Ameixeinda, en el municipio de Cee, en la provincia de La Coruña (Galicia). 

El castillo se comenzó a construir en 1740 junto con el Castillo del Cardenal, situado a la otra orilla de la ría de Corcubión. El ingeniero encargado de la obra sería Francisco Llobet, siendo sustituido por Carlos Lemaur en el 1744, año en el que comienzan los trabajos definitivos. Las obras acaban en el año 1755. El nombre del Príncipe se le dio en honra al hijo del rey Carlos III, que sería el rey Carlos IV. 

El papel estratégico de la Costa da Morte va perdiendo relevancia durante el siglo XIX, por lo que a finales del XIX el castillo, al igual que la otras tantas fortalezas, dejaría de pertenecer al Estado tras subasta pública. El primer propietario fue el empresario, banquero y político fisterrán, muerto en Corcubión, Plácido Castro Rivas, el cual compra también en 1892 el Castillo de San Carlos de Fisterra. 

En el año 1928, después de abandonar la villa de Corcubión, Placido Castro hace una donación de varios bienes inmuebles (entre los que se encuentra el Castillo del Príncipe) a la Asociación de Periodistas de Madrid, los cuáles lo acaban hipotecando y, posteriormente, queda en manos del banco. Durante muchos años el edificio queda abandonado hasta que en 1985 el empresario gallego, Xosé Ramón Oreiro, se hace con él por 30 millones de pesetas. Oreiro hace la mayor reforma que se hizo en esta fortaleza, convirtiéndola en una lujosa vivienda. 

En el año 2006, el castillo fue comprado por un empresario de la Rioja por una cifra en torno a los 3 millones de euros y actualmente se encuentra a la venta por 6 millones de euros. 

Al igual que el Castillo del Cardenal montaba 12 piezas de artillería en otras tantas torres dirigidas hacia el mar. Al amplio adarve que tiene, se ascendía por una rampa o por dos escaleras de una piedra; existiendo también espaldones resueltos con arcos rebajados. 

Un gran edificio que dirige sus alas hacia los semibaluartes del hornabeque, contenía los servicios logísticos (dependencias para la guarnición que conseguía los 88 soldados, almacenes y polvorín). El aparejo es de cantería bien labrada en su perímetro exterior y gran parte de sus fábricas interiores, lo que le da gran realce visto desde el mar o desde tierra, donde tenía el foso y el puente para entrar al centro de la cortina. 

Fuentes: Wikipedia
                edujoser (Fotos)

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