lunes, 17 de abril de 2023

Murallas de Ibiza (Isla de Ibiza, Baleares)

 


Las Murallas de Ibiza se encuentran situadas en la ciudad del mismo nombre de la isla homónima de las Islas Baleares. 

Las murallas que encierran el barrio de Dalt Vila es el monumento más importante de la isla. Su construcción, ordenada por el rey Felipe II, se inició en 1555 siguiendo las trazas del ingeniero italiano Giovanni Batista Calvi y concluyeron a final de siglo. La ciudad contó con murallas desde la más remota antigüedad y el nuevo proyecto rodeó y amplió la fortificación medieval existente. A diferencia de las fortalezas de la edad media, conformadas por torres enlazadas por muros, la estructura renacentista está constituida por siete baluartes (construcciones con forma de punta de flecha), situados a distintas alturas, unidos por lienzos de murallas y dotados de casamatas (refugios interiores para la artillería). 

El recinto amurallado se planificó en plena confrontación de la corona española con Francia y el Imperio Otomano. Su desarrollo tuvo lugar en un momento de la historia en que las islas eran asediadas por los turcos y sus aliados: los corsarios de Argel. Las casas de campo y los arrabales de la ciudad sufrían constantes ataques y sus habitantes eran a veces asesinados e incluso secuestrados para comerciar con ellos. El proyecto, en un principio, contemplaba el refuerzo de la muralla medieval pero la amenaza que en la década de 1540 suponía para todo el Mediterráneo la presencia del corsario Hayrredín Barbarroja, almirante de la flota turca, convirtió la defensa de Ibiza en una prioridad e impulsó la creación de unas murallas a prueba de artillería. 

Durante la construcción, obreros y maestros no sólo se enfrentaron a innumerables dificultades técnicas. Hizo falta, además, una flota de galeras para proteger las canteras, situadas en los islotes camino de Formentera, que suministraban la piedra de mayor calidad, ya que los piratas argelinos querían evitar a toda costa la edificación y las atacaban regularmente. En los momentos de mayor asedio, se recurría a la arenisca de la costa de Ibiza, menos sólida. Por eso, las murallas conservan distintos tipos de piedra. 

La fortaleza ocupa la parte alta de la ciudad abarca una superficie de 10 hectáreas y cuenta con un perímetro de 1.800 metros. Los ángulos de tiro fueron planificados al detalle, de forma que cada baluarte, pese a no poder protegerse a sí mismo, salvaguardara con su artillería el que se situaba a cada lado. El resultado fue lo suficientemente imponente para que los corsarios nunca se atrevieran a tratar de conquistarla, aunque durante siglos continuaron asediando los arrabales de la capital y los pueblos de la isla. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Ayto. de Ibiza

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