El Castillo de Gargallo está situado en lo alto de una loma cercana a la localidad del mismo nombre en la provincia de Teruel (Aragón).
Se
conserva documentación fechada el 15 de marzo de 1209, en la que el
rey de Aragón Pedro II entregó a Miguel Sancho los lugares de
Estercuel y Gargallo. Gargallo a diferencia de poblaciones de su
entorno permaneció en manos privadas, frente a las encomiendas de
las órdenes militares de Aliaga, Montalbán y Alcañiz.
En
documentación posterior fechada en el 18 de septiembre de 1320 se
menciona que Gargallo se encuentra bajo jurisdicción de Martín Gil
de Atrosillo. El 10 de julio de 1357 aparece como propiedad de Juan
Jiménez de Luna. Siglos más tarde, en 1610 pertenecía a Luís de
Bardají. Siguió en manos de familias nobiliarias hasta que en el
siglo XIX con las desamortizaciones pasaron las tierras a los vecinos
del municipio y al ayuntamiento.
Se
trata de un castillo roquero de planta irregular alargada y estrecha,
acoplada al espacio disponible entre las rocas y orientada hacia el
Suroeste-Noreste. Tiene una longitud actual de unos 150 m, aunque
debido a la escasez de vestigios, puede ser más grande.
Consta
de tres recintos probablemente. Un patio de armas con una buena
explanada al Norte, una zona alargada más elevada entre rocas y
algunos restos dispersos, y el último bastión, sobre unas rocas
puntiagudas, al Sur. Todavía quedan restos de una torre avanzada un
centenar de metros más al Sur todavía.
No
conserva aljibes ni puertas ni escaleras. Desde su excavación en el
año 2008 se habilitó un sendero de acceso con barandillas, pero
desde esa fecha no se ha vuelto a intervenir, por lo que se puede
imaginar en qué estado queda todo hoy día.
Fuentes: Wikipedia
sipca.com
castillosricsol.org
Galería:
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