Las Murallas de Beteta fueron la cerca murada en época medieval de la localidad de este mismo nombre de la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha).
Rodeaban
la villa, pero están desaparecidas, a excepción de un par de sus
puertas.
Los
orígenes de la villa de Beteta no son nada claros, lo que si parece
evidente es que estuvo poblada desde muy antiguo, ya que se han
encontrado objetos de la Edad de Bronce. Los romanos la llamaron "Vétera" y explotaron sus salinas, pero fue durante la dominación
musulmana cuando alcanzó gran importancia por su situación
estratégica ya que era un lugar de enlace con Cuenca y Molina, y la
frontera del dominio musulmán.
A
finales del siglo XV el Señorío de Beteta era controlado por los
Carrillo de Albornoz. Dicho señorío está integrado por la Villa de
Beteta y sus siete aldeas: Sta. María del Val, Lagunaseca, Masegosa,
Cueva del Hierro, Valsalobre, Valtablado de Beteta y El Tobar. Este
señorío pasó a lo largo de los siglos por diversas manos: Obispo
de Siguenza, Señor de Molina, Albornoces, Arizas, etc.
El
Fuero de Cuenca consideraba a Beteta como una de las principales
aldeas ganaderas, y al ser una zona rica en pastos alcanzó gran
importancia a lo largo de la edad media por tener una numerosa cabaña
ganadera. Creada la Mesta se estableció una Cañada Real que
arrancaba de Molina de Aragón y pasaba por Beteta, por ella
transitaban, en esta época, unas trescientas mil cabezas de ganado.
Parece
que contó con tres puertas, una desaparecida de la que no se conoce
su nombre. Las otras dos son la Puerta de la Villa y la
Puerta de la Cava o Arco del Postigo, esta última de
reducidas dimensiones y situada en la parte meridional del pueblo y
restaurada hace poco. Presenta un arco escarzano pero no conserva
rastro de mechinales para las puertas ni agujeros para las trancas.
Mientras
que de la Puerta de la Villa tan solo queda un quicio de la puerta en
el antiguo lugar donde estuvo.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
castillosricsol.org
Galería:
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