El Castillo de Tejeda se encuentra situado en el término municipal de la localidad de Garaballa en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha).
Está
levantado sobre una espectacular cresta rocosa, entre peñas y
escarpes verticales. Dicha cresta se encuentra en un meandro del río
Ojos, prácticamente rodeado por él, lugar muy estratégico. Se
emplaza a un par de kilómetros al sur del pueblo, lugar muy
frecuentado, pues en su vertiente meridional se encuentra la Cueva de
la Virgen, y en la septentrional, las ruinas de un viejo monasterio.
Pero, no obstante, sus escasos restos son difíciles de descubrir, y
poca gente repara en ellos. Existe un camino forestal que llega hasta
sus inmediaciones sin dificultades.
Se
trata de un castillo musulmán del siglo XII. Se dice que en este
lugar en que se ensancha el valle del río, se situaba la primitiva
puebla, a los pies del castillo, pero ya nada queda. En este lugar
acampó el ejército almohade en el año 1172 a la vuelta de su
fallida conquista de Huete al mando de su califa Abú Yaqub
al-Mansur. Debió quedar abandonado en fecha muy temprana y,
posiblemente, sus piedras sirvieran para la construcción del
primitivo monasterio.
Espectacular
castillo roquero, nido de águilas, de reducidas dimensiones, incapaz
a todas luces, de albergar a una guarnición numerosa. Debió ser un
puesto militar avanzado. Sus muros se acoplan a la estrecha
disposición de la cresta rocosa y a la diferente altura de sus
peñas. Está formado por dos torres cuadrangulares sobre dos altas
peñas, en sus extremos, y un par de gruesos lienzos que unen dichas
peñas, encerrando una pequeña superficie de 180 m2 aproximadamente.
Todos
los restos conservados son de mampostería. El acceso, aunque
desaparecido (ahora se penetra por un boquete en la torre Norte),
debió estar en este mismo flanco Norte, donde existe una empinada
ladera, pues el resto del contorno es completamente inaccesible.
Conserva, bordeando el abismo, una escalera de mampostería, que
ascendía hacia la torre oriental, pero algunos desprendimientos en
la roca han hecho desaparecer el último tramo, por lo que llegar a
esa torre es prácticamente imposible, además de muy peligroso. No
existe referencia alguna sobre esta pequeña fortaleza desconocida y
la muestra es, que a pesar de los numerosos visitantes que se acercan
a un lugar tan emblemático como la Cueva de la Virgen, pocos reparan
en su prodigioso emplazamiento.
Se
encuentra en muy mal estado. Como ya hemos indicado, sus restos son
escasos. Se ha perdido por completo el acceso a la torre occidental y
parte de la escalera que ascendía hacia la torre oriental, por lo
que las dos torres son inaccesibles.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
castillosricsol.org
Galería:
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