Las Murallas de Santander fueron el recinto amurallado bajomedieval que existió en torno a la ciudad de Santander, capital de la Comunidad de Cantabria.
Tras
recibir el título de ciudad, en el año 1755 , y posteriormente la
capitalidad de la provincia, en el año 1802, por decisión del rey
Carlos IV, la ciudad comienza un proceso de expansión urbana más
allá del pequeño recinto que delimitaba sus murallas medievales,
motivo por el cual, se procedió a su paulatina demolición.
El
proceso de amurallamiento de Santander surge, como en muchas otras
ciudades, con la necesidad de dotar de protección el entorno del
castillo y la antigua abadía en la que hoy se encuentra la Catedral
santanderina, así como las principales viviendas de la villa.
Este
amurallamiento se desarrollaba entre los siglos XII y XIII a lo
largo del perímetro este-norte-oeste de la ciudad, quedando a mar
abierto el resto. Tenía un perímetro de 1,3 km. Se desarrollaba
desde la calle Cádiz, detrás de la catedral, pasando por el actual
edificio del Banco de España, quedando abierta una parte para dar
salida a la Ría de Becedo. Luego, continuaba hasta el Instituto
Santa Clara hasta el cine Coliseum. Bajaba por la Plaza del
Ayuntamiento hasta Rua Mayor y regresaba a la calle Cádiz.
Ya
en el año 1766 se había demolido una pequeña parte de la muralla
con el fin de llevar a cabo la reforma del puerto antiguo. En 1782,
el estado de ruina en que se encontraba el tramo de muralla entre el
Cay y la Puerta de
Santa Clara,
hacían necesario su demolición.
En
1785 se acometió la demolición de la muralla de Traslavaca para
construir un camino que permitiera la movilidad de carros y
caballerías. En esta época, comenzó el desmantelamiento de la
muralla en la zona del cerro de Somorrostro con la intención de
liberar el paso al Muelle de las Naos. La piedra fue aprovechada para
la construcción del caño de Atarazanas. El resultado de esta
primera fase de demolición, fue un camino abierto hacia el este, lo
cual permitió la expansión de la ciudad en esta dirección.
En
1802 comenzó el derribo en la zona de Rua Mayor, aunque no
finalizaría hasta acabada la Guerra de la Independencia, cuando en
el año 1821 se demolieron los Arcos de Santa Bárbara,
también
conocidos como Arcos de la Reina, en Atarazanas. En 1835 se
culminaría la demolición de esta zona, con el derribo del Arco del
Rey. La zona liberada es la actual calle San Francisco. La muralla
que se extendía desde la calle San Francisco hacia el norte, fue
derribada en 1838, quedando, de esta forma, la ciudad abierta hacia
el oeste.
En
el año 2006, durante las reformas realizadas en la Plaza Porticada
para la construcción de un metro en Santander se descubrieron restos
de la muralla. En agosto del año 2014 se abrió al público el
Centro de Interpretación de la Muralla de Santander, cuya visita se
recomienda para hacerse una idea exacta de lo que fueron sus murallas
y trazado.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Santander
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