La Muralla Romana de Tarragona fue construida en el siglo II a.C. y forma parte del conjunto arqueológico de la antigua ciudad romana de Tarraco, la actual capital provincial de Tarragona (Cataluña).
El
recinto conocido como Paseo Arqueológico está formado por la
muralla romana, a la que se fueron añadiendo fortificaciones a
partir del siglo XIV. Esta gran obra romana es el monumento más
antiguo de esta civilización en la península ibérica y en ella
encontramos elementos singulares como las torres, las poternas
ciclópeas, el relieve de la diosa Minerva y copias de esculturas
como la de Augusto de Prima Porta o la típica Loba Capitolina,
regalo de nuestra ciudad madre, Roma. En un baluarte (Sant Domènec),
unos paneles explican detalladamente la historia de las
fortificaciones de Tarragona.
Su
longitud inicial se estima que era de unos 3.500 metros. En la
actualidad solo se conserva alrededor de un kilómetro de la muralla
original que está en el casco antiguo de la ciudad, siendo una de
las construcciones romanas más antiguas que existen fuera de Italia.
La
altura de los muros perimetrales de la muralla era de seis metros y
su grosor de 4,5 metros, conservándose de la época una puerta
adovelada y tres torres: la Torre del Arquebispe, la Torre de
Cabiscol y la Torre de Minerva.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
tarragonaturisme.org
Galería:
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