El Castillo de Farners se encuentra situado en el término municipal de la localidad de Santa Coloma de Farners en la comarca de La Selva de la provincia de Girona (Cataluña).
La
fecha de construcción del castillo no está documentada, pero
arqueológicamente la sitúan a mediados del siglo XI. El primer
documento en que se nombra es de la época del conde de Barcelona
Ramon Berenguer I (1035-1076). En un pacto feudal entre el 1040 y
1076, el vizconde Ramon Folc de Cardona jura fidelidad al conde y
éste le dona el castillo. Posteriormente, el vizconde cede el
castillo al alcaide de Farners, Ramon de Farners, que tenía derechos
y posesiones en el Gironés, y funda el acta de consagración de la
Ermita del Santuario de la Mare de Déu de Farners, construida muy
cerca del castillo.
A
partir del siglo XIII el dominio y la jurisdicción del castillo
pasaron a manos de los Vilademany, inicialmente feudatarios del
castillo y otras edificaciones semejantes. Estos últimos entroncaron
con los Cruïlles en el siglo XV, con los Perapertusa en el siglo XVI
y con los Bournonville en el siglo XVII, residentes en Madrid, que
eran los sucesivos señores del castillo. Los últimos propietarios
van a ser el conde de Aranda y el duque de Hijar, siendo su último
uso en el siglo XVIII cuando fue ocupado por un regimiento borbónica
en la Guerra de Sucesión.
El
castillo se encuentra elevado unos 50 metros sobre el Pla de Farners
y a ermita se construyó sobre la misma roca en un pequeño turó. Al
lado, unido por un pequeño collado se encuentra el llamado Turó del
Vent donde aun se pueden ver restos de construcciones relacionadas
con el castillo, especialmente un lienzo de muralla, y se encuentran
hasta cinco filas de altura que pudieran ser parte de un recinto
externo de las defensas del castillo. Antes de llegar al recinto hay
una cisterna excavada en la roca granítica.
La
planta del castillo tiene forma de trapecio irregular con un muro más
largo de 27,20 m. que corresponde al de la puerta de entrada a la
fortificación. Este muro se comunicaba con el Turó del Vent por
otro lienzo de 18,40 m. ,que también tiene una pequeña puerta. En
la parte suroeste había una torre de planta trapezoidal desaparecida
actualmente. Todo el conjunto abarca unos 211 metros cuadrados de
superficie.
Actualmente
el castillo está muy restaurado pero se pueden diferenciar en todos
los muros del perímetro dos fases de construcción: la primera, de
época románica, se apreciaba en los primeros cuatro metros de los
lienzos, formados por sillares graníticos regulares unidos por
mortero de cal, mientras que los metros restantes corresponden época
más moderna, probablemente de los siglos XIV o XV, siendo este tramo
menos grueso y hecho con sillares irregulares y deformados.
El
recinto tiene dos accesos: la puerta principal, en el oeste, tiene un
arco de medio punto rebajado en el interior (intradós) y formado por
trece dovelas en el exterior. La puerta está protegida por una
pequeña fortificación cerrada con tres aspilleras. Ahora a la
entrada de este pequeño reducto hay una puerta de rejas de hierro.
El otro acceso al castillo se realiza a través de una puerta más
pequeña que también tiene arcada de medio punto y cerrada con puerta
de madera que se sitúa al norte y comunica con las antiguas murallas
del Turó del Vent.
Al
interior destaca la torre soberana (o del Homenaje), circular de 8,40
m. de diámetro que conserva una altura de 12 metros. También se
conserva la escalera, excavada en la misma roca base y formada por
sillares cuadrados regulares, y que permite acceder a las murallas
del siglo XII y a la torre que se encuentra al lado. La torre ofrece
con sus merlones una imagen de firmeza y seguridad. Sus muros son muy
gruesos, dejando un espacio libre al interior de no más de 3,80 m.
de diámetro.
Esta
torre no tiene ninguna puerta de acceso y solo se comunica con el
exterior por una ventana de arco de medio punto adovelada al oeste, a
unos 7 metros de altura. Es a través de esta ventana por donde se
entra hoy, habiendo una escalera de hierro muy estrecha que permite
subir la cubierta y contemplar la vista desde las almenas de la
torre. Todo el muro de la torre presenta diversos agujeros que
servían para soportar las vigas. Dispone además de saeteras y
aspilleras.
Fuentes: Wikipedia
Cataluña Medieval
castillos.net
Galería:
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