El Castillo de Santa María de Feria se encuentra situado en la ciudad del mismo nombre del distrito de Aveiro en Portugal.
Está
considerado como uno de los ejemplos más completos de la
arquitectura portuguesa, ya que en él se encuentra representada una
amplia gama de elementos defensivos utilizados en aquella época.
En
la época de la reconquista cristiana de la península, en este
centro religioso pagano, habiendo sido transformado en un centro
mariano, se desarrolló una feria regional que daría nombre al
lugar. La primera referencia documental a su fortificación consta en
la Chronica Gothorum (anónimo, finales del siglo XII), que da la
noticia de la victoria de Bermudo III de León sobre un jefe moro en
tierras del Castillo de Santa María. Sería de este período la
construcción de la parte inferior de la Torre del Homenaje con
funciones de alcazaba, protegida por una muralla de la que apenas
quedan vestigios.
En
el año 1282, Dionisio I lo incluyó entre los doce castillos
asegurados como arras a su consorte la reina Isabel de Portugal. Más
tarde, aún en este período, fue ocupado por las fuerzas de Alfonso
IV en guerra contra el rey, su padre. Una vez celebrada la paz entre
ambos, por iniciativa de la Reina Santa (1322), el dominio del
castillo (entre otros) fue entregado a Alfonso IV mediante el
compromiso de vasallaje hacia su padre. Posteriormente, en 1357, fue
nombrado alcaide el noble Gonçalo Garcia de Figueiredo. El rey
Fernando I hizo donación de las Tierras de Santa María y su
castillo a João Afonso Telo de Meneses (1372), que nombró alcaide
del castillo a Martim Correa.
En
el siglo XVII se construyó dentro de los muros el Palacete de los
Condes de Feira, derribado en 1929, y del que sólo quedan algunas
paredes, la escalinata y la fuente. De este mismo período es la
edificación de la Capilla de Nuestra Señora de la Encarnación,
sobre otra, más antigua, bajo la misma invocación, por iniciativa
de Juana Forjaz Pereira de Meneses y Silva, condesa de Feira,
inaugurada en 1656. extinta la representación de los condes de
Feira, el conjunto pasó al patrimonio de la Casa do Infantado
(conjunto de bienes y propiedades de la corona) en 1708. En 1722 un
violento incendio devastó el inmueble, llevando a un largo periodo
de abandono y ruina. El siglo XIX se inició una tímida recuperación
del monumento. Terminadas las guerras liberales el castillo y las
tierras anexas fueron adquiridas en subasta pública por el general
Silva Pereira (1835). En el año 1910, terminadas las obras de
restauración fueron inauguradas por el rey Manuel II y declarado
Monumento Nacional.
El
conjunto presenta una planta oval irregular, orientada en sentido
norte-sur, en estilo gótico, habiendo incorporado elementos de otros
estilos a lo largo de los siglos. Es un monumento imponente, austero,
construido encima de una plataforma de granito. Posee una torre del
homenaje sólida, aparentemente cuadrada, con contrafuertes de torres
también cuadradas. Detrás de la torre encontramos una tenaza,
precedida por el llamado Patio de la Traición (donde se abre la
respectiva puerta). De finales del siglo XV datan las adaptaciones a
las demandas de pirobalística, como la casamata inclinada y coronada
por una torre cuadrada.
En
varios puntos del castillo hay siglas marcadas a los bloques de
piedra. Esto equivale a las firmas de los diversos maestros de obra,
permitiendo saber quien participó en la construcción de otros
inmuebles.
Fuentes: Wikipedia
Castillos, Torres y Fortalezas de Portugal
Galería:
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