Las Murallas de Olite se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre en la Comunidad Foral de Navarra.
La
cerca murada de Olite consta de los llamados Cerco
de dentro, romano
y Cerco de fuera,
medieval.
El primero se levantó en el siglo I y la población habitó dentro
de su perímetro hasta que en la segunda mitad del siglo XII, durante
el reinado de Sancho el Sabio (1150-1194), la ciudad se repobló y
surgieron nuevos barrios al sur que fueron cercados por otra muralla
más amplia que la original.
El
Cerco de dentro u
oppidum
romano tiene
planta trapezoidal y sillares de labra almohadillada. Se ubica en la
zona norte de la población. Su perímetro es de 600 metros y en su
estado original poseía 20 torres con sus lienzos y dos accesos de
entrada al norte y al sur. En la actualidad se conserva casi íntegra
la configuración original de este primer cerco, con restos de 12
torres y algún pequeño lienzo de muralla.
El lado norte, el
más corto con 80 metros de longitud, no conserva elementos de época
romana, pero en él se encontraba una de las puertas de acceso en el
lugar ocupado hoy por la Puerta
de San Francisco (siglo
XVII). En el sector occidental, de unos 150 metros de longitud, se
conservan tres de las cuatro torres, aunque una de ellas, la
meridional, reconstruida a mediados del siglo pasado.
El
sector meridional, el más largo con 250 metros, recorría la actual
plaza Carlos III y ahí se encontraba la otra puerta de acceso, hoy
Portal del Reloj y
Torre del
Chapitel,
conservándose adosado un hermoso lienzo de sillares almohadillados.
En el interior de la casa número 3 de la plaza se localiza un cubo
de torre que mantiene la estructura en buen estado hasta los 10
metros siendo además el único fragmento de muralla que conserva su
grosor original de 2,5 metros. Este lado acaba en la torre de la
iglesia de Santa María conservándose el nivel inferior de sillares
almohadillados.
El cardo
máximo,
o calle principal, recorría de norte a sur el recinto original
uniendo los portales de acceso (San Francisco y del Chapitel). Dicho
recinto desempeñaría una función defensiva de las vías de
comunicación y en él se asentaría posiblemente una guarnición
militar. Por otro lado, el recinto medieval también disponía de
torreones cada cierto tramo, bien conservados en el eje que sigue a
la carretera, aunque de construcción menos robusta y sillares de
disposición más irregular y menor tamaño que los de época
romana.
Las dimensiones del recinto medieval son: 200 metros
el sector occidental, 400 metros el sector meridional y 240 el sector
oriental. El recinto amurallado total abarca un perímetro de 1.240
metros aproximadamente. Cuatro portales cerraban el recinto
amurallado, dando el carácter de fortaleza a la villa:
El
Portal de San
Francisco
o de Tafalla (también Portal del Mercado y Portal de la Fuente), ya
cumplía esta función en el oppidum
romano
y constituye el acceso desde el norte. En 1612 se levantó el arco de
entrada que hoy luce, rematado con un original escudo. Desde el sur
se accedía por el Portal
de Tudela.
Al oeste se abría el Portal de Falces o de las Cabras. El Portal
del Fenero
o del Río formaba parte del sistema amurallado de la villa y con la
construcción del palacio de Carlos III quedó incorporado en el
conjunto palaciego. Su nombre lo toma porque por él entraban los
animales cargados de hierba de los prado.
El
conjunto amurallado es de acceso libre.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
garcilanga y miancema (Fotos)
Galería:
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