Los restos de las Murallas de Toro se encuentran situadas en el casco histórico de la localidad del mismo nombre en la provincia de Zamora (Castilla-León).
El
trazado urbano de Toro nos hace adivinar lo que fue la cerca
defensiva, que incluye los restos del Alcázar Real. Se conservan
restos de las murallas primitivas, que datan del siglo X, y que se
conservan en los muros de algunos edificios.
Entre
sus puertas y arcos de entrada al recinto amurallado podemos citar,
entre los más destacados:
La
Puerta del
Mercado,
que perteneció al primer recinto amurallado, y en ella se levantó
la Torre del Reloj
en
el siglo XVI, de planta cuadrada, y que según la leyenda, para la
fabricación de la argamasa se utilizó vino, que abundaba más que
el agua en la ciudad. La estructura cuenta por tanto con tres
cuerpos: el arco que da acceso a la plaza, la capilla, el reloj y por
último, el campanario, rematado con una cúpula.
Encontramos
también la Puerta
de Corredera,
de sillería, que se construyó en el año 1602 con fines
decorativos, asemejándose a los arcos triunfales de la Roma
Imperial, en honor al rey Felipe III.
La
Puerta de Santa
Catalina,
cuyo nombre es debido a su cercanía a la iglesia de esta advocación.
Perteneció al segundo recinto y por esta puerta pasó Pedro I el
Cruel y Felipe II juró mantener los privilegios de esta ciudad.
El
Arco del Postigo
que formaba parte de la muralla, reformado en el siglo XII. La
capilla de Nuestra Señora de La Antigua se encontraba sobre el arco.
Sobre este arco se contempla un relieve sobre la Anunciación.
Por
último encontramos el Arco
del Reloj,
edificado en el siglo XVIII.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Toro
Galería:
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