jueves, 25 de mayo de 2023

Castillo de Cira (Silleda, Pontevedra)

 


El Castillo de Cira, también conocido como Torre de Cira, se encuentra situado en un cerro cercano a la aldea de Santa Baia de Cira perteneciente al término municipal de Silleda de la provincia de Pontevedra (Galicia). 

La primera noticia que se halla de esta torre o castillo se remonta al siglo XII. En efecto, el arzobispo Gelmírez con su cabildo dio autorización a Bermudo Suarez para edificarlo. Poco tiempo después, en el año 1121, la reina Doña Urraca despojó de él a este caballero y lo entregó a otro llamado Juan Díaz para que lo tuviese en su nombre. Así lo da a entender y lo confirma una donación que don Diego Gelmírez hizo al Monasterio de San Salvador de Camanzo. En esta donación, que debe ser del año 1122 y se conserva original en el archivo del Monasterio de San Payo, suscribe Juan Díaz, que tiene la Torre de Cira, de mano de dicha reina. 

Posteriormente esta fortaleza vino a parar a poder de la Casa de Altamira, cuyos señores fueron por mucho tiempo Pertigueros Mayores de la Iglesia de Santiago. En la segunda mitad del siglo XV parece fue demolida por los Irmandiños, más Lope de Cadavocla volvió a levantar poco después del año 1470 por orden de Lope Sánchez de Moscoso, primer Conde de Altamira. No fue esto sin contradicción del arzobispo de Santiago D. Alonso de Fonseca II, quien trató de impedírselo, porque en las tierras de Santiago como en las demás iglesias ningún señor podía erigir fortaleza. 

Con este objeto el arzobispo envió al esforzado caballero Esteban de Junqueiras con un buen golpe de gente; pero los de la fortaleza, protegidos por lo escabroso del sitio y por una fuerte empalizada que habían levantado, rechazaron con tanto brío el ataque, que el mismo Junqueiras salió mal herido y tuvo que retirarse con su tropa. 

Según un estudio del siglo XIX “...Hoy no subsiste más que una torre de piedra de sillería, que por la parte más alta tendrá 10 pies de elevación. Para penetrar en ella hay que escalar un informe peñasco y luego trepar por el punto hasta la estrecha puerta, que tiene cuatro cuartas de ancho y nueve de alto hasta el vértice de la ojiva. 

En el segundo piso, en el lienzo que mira al oriente, se abre una ancha ventana con sus correspondientes asientos de piedra. En el lienzo del Sur no hay más que una estrecha aspillera; el del Norte no tiene luz alguna; y en el del Poniente está la puerta. La planta es un rectángulo de 10 varas de largo y 9 y medio de ancho, incluso el espesor de las paredes, que es de dos varas...”. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               La Voz de Galicia

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