Las Murallas de Arcos se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre de la provincia de Burgos (Castilla-León).
La
villa de Arcos ya aparece mencionada en un documento del año 957. Un
siglo después, el 9 de diciembre de 1072, el rey Alfonso VI entregó
la población y sus pertenencias a la abadía de San Pedro de
Cardeña. En esta época Arcos estuvo sometida al regimiento de
Burgos al pertenecer al alfoz o territorio de esta ciudad. Más
tarde, durante el reinado de Alfonso VII, los obispos y arzobispos de
Burgos ostentaron el título de señores de Arcos y en el recinto de
la villa tuvieron su palacio.
En la historia posterior de la
villa destaca la estancia en 1507 de la reina Juana la Loca con el
cadáver de su esposo Felipe el Hermoso, poco antes de ser encerrada
definitivamente en un convento de Tordesillas. La presencia de la
reina y su corte en Arcos y las frecuentes visitas de su padre
Fernando el Católico hicieron de esta población un centro de
importantes decisiones políticas durante ese tiempo.
Los
restos de la actual muralla de Arcos datan del siglo XVI, pero su
origen es anterior. El trazado de la muralla de Arcos coincidía con
el actual perímetro del pueblo. Dicha muralla tenía tres puertas de
acceso. El llamado Arco
de Abajo se
encuentra en el extremo norte de la población y está coronado con
las armas imperiales de Carlos V. El Arco
del Palacio,
en el lado oeste, era una puerta menor por la que entraban la
servidumbre y las caballerizas. El Arco
de Arriba se
situaba en el lado este de la villa.
Sólo
se conservan de esta muralla los llamados Arco de Abajo y Arco del
Palacio. Están restaurados y en buen estado, conservando el primero
de ellos el escudo de Carlos V. Del desaparecido Arco de Arriba sólo
se conserva en el ayuntamiento el escudo imperial que tenía.
Los
restos de la Muralla de Arcos pueden verse libremente.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Eduardo Argote (Fotos)
Galería:
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