martes, 21 de febrero de 2023

Castillo de Benasque (Huesca)

 


Las ruinas del Castillo de Benasque se encuentran situadas sobre un cerro rocoso y escarpado a la salida de la localidad de Benasque, cerca con la frontera con Francia, en la comarca de la Ribagorza de la provincia de Huesca (Aragón). 

Poco antes de dejar las últimas casas de Benasque, circulando por la carretera de Cerler, hay a la derecha una explanada, y antes de ésta un camino sin señalización que conduce al cerro donde se asientan las ruinas en unos 10 a 15 minutos andando. A pesar de encontrarse las ruinas en una finca privada, no hay problema de acceso. 

Por documentación se conoce de la existencia de fortificaciones en Benasque en el siglo XII. En el siglo XVI, época de especial inseguridad en el alto Aragón, se construye una torre defensiva en el lugar que ocuparía el posteriormente castillo. Pero es a finales del siglo XVI cuando, debido a los continuos conflictos con Francia y para controlar y tener vigilada la frontera, Felipe II ordena al ingeniero militar italiano Tiburcio Spannochi construir un auténtico castillo en Benasque, como parte del plan de fortificar las villas o pasos importantes cercanos a Francia. La nueva fortaleza debía estar capacitada para acoger piezas de artillería. Es probable que la primitiva torre, que ya ocupaba una parte del emplazamiento del futuro castillo, se aprovechara para la nueva fortificación. 

Las obras se inician en el año 1592. En 1598 Francisco de Sepúlveda y Santa María pacta con el maestro de obras Angel Bagut los trabajos de fin de obra del castillo que ejecuta Bartolomé de Hermosa, poniendo ventanas, puertas, cerraduras, chimeneas, un horno y estancias. El 1 de abril de 1598 concluyen las obras. El castillo ya estaría operativo a partir de esta fecha. 

En 1709, durante la guerra de Sucesión (1700-14), el francés Estaing, partidario de los borbones, intenta tomar la fortaleza sin éxito. En el transcurso de la guerra de la Independencia (1808-14) el castillo es tomado por el francés Roquemaurel en 1809, siendo recuperado por el coronel español Fernández en el año 1814. 

En el siglo XIX, durante la segunda carlista (1846-49) fue posición carlista de la zona frente a los liberales de Isabel II. 

En el mismo siglo XIX, en 1858, la reina Isabel II ordena la destrucción del castillo como castigo a la oposición ofrecida por los carlistas desde él y por considerarlo innecesario e inservible. Al parecer, la reina fue sensible a su desaparición y mandó dibujar un plano detallado antes de ser lamentablemente demolido. En la actualidad se conserva un plano del castillo. 

Se trataba de una gran fortaleza, de planta alargada y estrecha y de unos 100 metros de longitud. Hoy queda muy poco del castillo. Aún se puede percibir la planta del recinto, las ubicaciones de los accesos y la planta de la torre principal, que era cuadrada. Se aprecian cimientos y pueden verse arranques de muros de diversas construcciones, entre ellos de la gran torre y del aljibe. Se encuentra en estado de ruina.

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Luis Puey (Fotos)

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