La Muralla Abaluartada de Badajoz, también conocida como Muralla Vauban de Badajoz, se encuentra situada en la capital provincial del mismo nombre de la Comunidad de Extremadura.
Este
magnífico recinto amurallado de Badajoz fue construido entre los
siglos XVI y XVIII. Hoy día aún se conservan distintas puertas, baluartes y semibaluartes.
La Puerta
de Mérida,
del siglo XVI, es una de las más desconocidas del recinto
abaluartado, y debe su nombre a la dirección a la que conducía. Se
encuentra en la zona oriental de la fortaleza, entre el Baluarte
de San Pedro
y la Alcazaba, con la que se conecta a través de la muralla, siendo
visible únicamente desde los Jardines de la Trinidad.
La
Puerta de la
Trinidad,
construida en el año 1680, constituye, junto a la Puerta del Pilar
y la Puerta de las Palmas uno de los ejemplos más significativos de
las entradas a la ciudad. Se encuentra en el Baluarte
de la Trinidad,
formando un amplio paso abovedado por debajo de la muralla, que en
esta zona tiene más de 10 metros de espesor. La fachada exterior es
de estilo clasicista y está fabricada en piedra, presentando un arco
de medio punto enmarcado por pilastras, y coronándose con el escudo
real de los Austrias, realizado en mármol.
La Puerta
del Pilar
fue construida a finales del siglo XVI frente al desaparecido Fuerte
de Pardalera, cerca de otra anterior llamada de Jerez o Santa Marina.
Originariamente contaba con un puente levadizo para salvar el foso
que rodeaba la ciudad. Su nombre procede de una pequeña imagen que
su constructor, el capitán general de Extremadura, conde de Montijo,
hizo colocar en una pequeña hornacina, y que aún se conserva. Hasta
hace algunas décadas estaba unida por ambos lados a las murallas,
flanqueadas por el Baluarte
de San Roque
y el Baluarte de
San Juan,
éste último derribado en la década de los 70 del siglo XX.
La
Puerta de las
Palmas
fue construida hacia el año 1460, y conectaba directamente con el
puente sobre el Guadiana. Originalmente se llamaba Puerta Nueva, pero
cambió ese nombre al construirse en el siglo XVII otra puerta frente
a donde hoy se tiende el Puente de la Autonomía. Está formada por
dos torreones cilíndricos almenados que flanquean un cuerpo de doble
fachada en el que se abre el arco, en cuya cara exterior ostenta el
escudo imperial de Carlos V.
En el siglo XVII se construyó
otra puerta, la Puerta
Nueva,
actualmente frente al Puente de la Autonomía.
La
Puerta de Pajaritos,
en la Rotonda de los Tres Poetas, fue construida probablemente en el
siglo XVI, y desde entonces ha sufrido numerosas transformaciones.
Estuvo cerrada al tránsito en varias épocas, e incluso fue
utilizada como cloaca. Está formada por un pasillo cubierto por una
bóveda de cañón con dos arcos de ladrillo en sus extremos. Un
pasadizo permite el acceso a una estancia destinada probablemente al
personal de guardia de la puerta. Se encuentra semienterrada, aunque
originalmente se encontraba se disponía en una cota superior al
entorno.
La Puerta
de San Vicente,
que se encuentra en el lado derecho del Hornabeque
del Puente
de Palmas,
y constituía la entrada al puente del mismo nombre, que permitía la
entrada a la ciudad por la margen derecha del Guadiana, Conectaba
además con el camino cubierto que conducía al Fuerte de San
Cristóbal. La puerta perdió su función principal cuando se alargó
el tablero del puente atravesando el foso del hornabeque. La puerta
está formada por un arco elíptico que da paso a una bóveda de
cañón sobre la que se asienta una terraza y una garita de
vigilancia. Esta garita es la única de planta cuadrada que se
conserva en el sistema abaluartado de la ciudad. El foso del
hornabeque se salva mediante un pequeño puente.
El Baluarte
de San Pedro corresponde
al flanco oriental del amurallamiento abaluartado, dando frente al
arroyo Rivillas. Se sitúa entre el Baluarte
de la Trinidad,
que ocupa el ángulo sureste del recinto, y el Semibaluarte
de San Antonio,
mediante el que por el otro extremo, la obra del siglo XVII se
conecta con la fábrica de adobe de la cerca almohade de la Alcazaba
de Badajoz.
El Baluarte
de San Vicente
enlazaba con su fuego con el Semibaluarte de las Palmas y cerraban
Badajoz por la zona del río. Como en el Baluarte
de Santiago,
un orejón, situado en el flanco suroeste, cubría la puerta o
poterna que permitía el acceso al foso, y que aún conserva la
entrada en recodo, la rampa característica de las construcciones
defensivas y una galería de tiradores con sus aspilleras.
El
Baluarte de Santa
María
es también conocido con el nombre de la Laguna, porque se podía
anegar sus proximidades con la pequeñas presas que sobre el Rivillas
completaban el sistema defensivo en ese sector. La antigua ciudad
podía quedar convertida e una isla, pues se podía inundar la parte
exterior de su muralla. Fue duramente castigado en el asedio de 1812
cuando las tropas de Lord Wellington consiguieron tomar la ciudad, y
entre su foso y el de Trinidad (cerca de la unión de la calle
Rivillas con la Ronda del Pilar) se encuentra uno de los cementerios
de los soldados ingleses muertos en ese episodio.
Otros
baluartes del complejo son: El Baluarte de la Trinidad, el Baluarte
de San Roque, el Baluarte de Santiago y el Baluarte de San José.
El Puente
de Palmas
también se encontraba fortificado en sus extremos: en su orilla
izquierda por los torreones de la Puerta de las Palmas y los muros
adyacentes, y en la orilla derecha por el Hornabeque de la Puerta de
las Palmas, un sólido hornabeque de tenaza, es decir, un doble
baluarte de piedra con casernas, galerías de tiro y otras
dependencias en su interior, dotado de foso, plaza de armas y otros
elementos complementarios.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Excmo. Ayuntamiento de Badajoz
Galería:
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