lunes, 24 de octubre de 2022

Alcázar de Nájera (La Rioja)

 


El Alcázar de Nájera se encuentra situado a media ladera entre el castillo y el casco urbano de la localidad de Nájera de la Comunidad de La Rioja. 

Se extiende por la plataforma horizontal que recorre sus caras norte y este, empleada hasta mediados del siglo XX como eras. Desde su posición, el alcázar domina toda la ciudad y es visible desde cualquier punto de ella. 

Además de ser un elemento defensivo, sirvió de residencia real y palacio ducal. Quedó abandonado a finales del siglo XVI. En el siglo presente se están haciendo excavaciones que han sacado abundantes restos a la luz, entre ellos interesantes mosaicos. Es de origen musulmán, y fue construido al tiempo que el castillo de la Mota, existiendo referencias de él en el Fuero de Nájera (1020). 

Asentado sobre un denso estrato prehistórico y tardorromano, su mayor desarrollo se produjo a lo largo de la Edad Media, culminando con la profunda remodelación realizada por los Manrique de Lara en los siglos XV y XVI tras serles concedida en propiedad la plaza de Nájera. Tras esta última intervención el incómodo recinto medieval dejó paso a un palacio plenamente renacentista. En 1520 fue tomado por los comuneros, que emplearon su artillería para arrasar la ciudad. 

A finales del siglo XVI el alcázar dejó de ser la residencia de los Duques de Nájera, comenzando así su rápido deterioro. En 1659 se señala expresamente su estado de ruina, sumándose éste a otros testimonios de la época. En la donación que Antonio Manuel Manrique de Lara hace al monasterio de Santa María se ratifica el grado de abandono del alcázar: “...los despojos del Alcázar con que se hizo la sacristía en 1672...”. En 1734 los duques dieron a la ciudad de Nájera su autorizaron para aprovechar la piedra del lugar. 

En 1822, ante la escasa rentabilidad que le proporcionan los terrenos alrededor de las ruinas del alcázar y del castillo, el Duque enajenó en uso de dichos terrenos a un vecino de la localidad. A partir de entonces los terrenos se fueron transformando hasta acabar siendo utilizados como eras. 

A lo largo del siglo XX se recogieron en las laderas de las Eras del Alcázar una nutrida y variada colección de materiales arqueológicos que, según los estudios realizados, indicaban la existencia de un lujoso palacio semejante a otros palacios castellanos ricamente decorados al estilo mudéjar. No obstante se desconocían su morfología y localización exacta. 

En 2002 se iniciaron las excavaciones arqueológicas gracias a la iniciativa municipal y al apoyo económico de la Comunidad Autónoma de La Rioja, encargándose el Museo Najerillense de la dirección y coordinación de los trabajos. A lo largo de 10 meses se realizaron cuatro campañas de campo y, paralelamente, se desarrollaron los trabajos de limpieza, reconstrucción, restauración y catalogación de los materiales arqueológicos recuperados. 

El Alcázar constituye el núcleo residencial del extenso y complejo sistema defensivo medieval que comprende no sólo el Cerro de la Mota, coronado por el castillo, sino también el recinto amurallado de Malpica, las murallas del casco urbano de Nájera, la fortificación del puente y las cuevas artificiales talladas en los cortados que guardan su espalda. 

Las campañas arqueológicas realizadas en el alcázar muestran una secuencia de cinco muros paralelos, escalonados en altura siguiendo la pendiente de la ladera, dispuestos para reforzar y defender el desnivel de 12 metros existente entre el exterior y el interior del recinto. Los muros parten por el oeste de otro gran muro perpendicular, orientado de norte a sur, para terminar en el precipicio natural situado al este. Entre ellos se disponen diversas dependencias y una amplia escalinata de acceso trazada en la última época. 

En la parte superior del recinto se ha dejado al descubierto un suelo empedrado, del que ya se conocía su existencia, y varias habitaciones, de las que sólo se conservan los restos de los muros. 

También se ha sacado a la luz una calle de acceso empedrada que, tras superar la puerta de entrada, se transforma en una monumental escalinata que desemboca en un gran patio de armas, posiblemente porticado. 

Aparecen también los restos del palacio que los duques de Nájera erigieron a mediados del siglo XVI, decorado ricamente con tracerías de estilo gótico y renacentista, y con una variada gama de azulejos mozárabes traídos de Teruel, Toledo y Sevilla que se conservan en el Museo Najerillense. 

Excepto entre los dos muros defensivos, donde se esperaba encontrar un paso porticado que no se ha localizado y se volverá a rellenar de escombro para dar más estabilidad a las paredes, no ha aparecido ningún otro resto de interés, aparte de restos de cerámica y alguna moneda, que han quedado depositados en el Museo Najerillense. Eso no quiere decir que no existan, ya que una buena parte del conjunto todavía no se ha estudiado, ni se hará de forma inmediata. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               garcilanga (Fotos)

Galería:








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