La Alcazaba de Reina se encuentra situada a unos 825 m. de altura sobre un monte desde el que domina la localidad del mismo nombre en la provincia de Badajoz (Extremadura).
Los
orígenes de Reina se remontan a la ciudad romana Regina Turdulorum,
en el cruce de las dos calzadas que unía Córdoba con Mérida. Se
supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo
organización política romana en tiempos de Vespasiano. En aquella
época fue una población populosa, de casi de 4.000 habitantes, que
disponían de agua potable que llegaba a través de un acueducto. Sus
calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que
desembocaba en los arroyos de San Blas y San Pedro.
La primera
emigración a la sierra se produjo en época árabe, trasladándose
la población al, hoy día, llamado cerro del Castillo, donde se
construyó la fortificación aprovechando algunos restos de la
antigua Regina. El enclave tuvo una gran importancia estratégica, al
proteger una de las salidas naturales del Valle del Guadalquivir y el
cruce de las dos calzadas.
En
el año 1246 Fernando III donó la villa con su alcazaba a la Orden
de Santiago, convirtiéndose a partir de ese momento en cabeza de una
poderosa Encomienda de la que dependían Ahillones, Berlanga, Casas
de Reina, Disantos, Fuente del Arco, Trasierra y Valverde de Llerena.
En siglos posteriores el auge de Llerena absorbió la capitalidad de
la Provincia Santiaguista.
La fortaleza fue abandonada entre
los años 1604 y 1738, formándose poco a poco el pueblo actual. Las
primeras casas empezaron a edificarse en la parte más baja de valle,
los arrabales, donde se hallaban las bodegas.
Aunque
muy maltrecha, la silueta de esta poderosa alcazaba se recorta sobre
el horizonte como hito evocador de la pasada grandeza de Reina. El
recinto murado tenía 14 torres albarranas y defendía a otro recinto
interior del que sólo quedan escasos restos. De entre sus torres
destaca la del Homenaje. Se conservan varios aljibes, similares
algunos de ellos a los de Cáceres y Medellín.
La cerca que
se conserva es de la época almohade (siglo XII), con diversas
restauraciones posteriores. Entre ellas las realizadas por el Maestre
de la Orden de Santiago don Alonso Cárdenas (siglo XV) y otras en
los años 1515 y 1575.
En el interior de la antigua alcazaba
mora aún se conserva una ermita del siglo XV cuyos orígenes pueden
encontrarse en la época visigoda. Es de una sola nave con bóveda de
cañón apuntado. La cabecera tiene bóveda con nervios estrelladas.
La sacristía visible es la de la derecha con bóveda casi plana
dividida en cuatro casetones. La de la izquierda no se comunica con
la iglesia y está modificada. El coro está sostenido por una
columna con capitel visigodo. El atrio con dos arcos sostenidos por
una columna torsa de factura visigoda.
La
alcazaba fue construida con adobe y hormigón de barro y cal. Se
encuentra en estado de ruina.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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