El Castillo de Pradell, también llamado Castillo de Quermançó, se encuentra situado en la entidad de población de Pradell perteneciente al término municipal de la localidad de Preixens en la comarca de la Noguera de la provincia de Lleida (Cataluña).
Es
una construcción del siglo XV. El castillo medieval, junto con la
iglesia, forma parte de un mismo conjunto monumental. Está
documentado desde el año 1086 cuando los esposos Guillem Bernat y
Adelaida lo legan en su testamento a la canónica de la Seo de
Urgell. Era nombrado Castillo de Quermançó por estar construido
sobre rocas ciclópeas.
Fue
mandado construir por orden de los Condes de Urgell, tras la
reconquista de la Cataluña Vella a los árabes, para que formara
parte de una barrera de castillos que evitara el avance de los mismos
hacia la Cataluña Nueva. La mayoría de castillos se otorgaron los
caballeros que formaron parte en la reconquista, los cuales tomaron
el nombre del lugar conquistado. Así, durante los siglos XII y XIII,
aparece documentada la saga de los Pradell. Arnau de Pradell firmó
en 1187 la proclamación de «Paz y Tregua» decretada por el conde
de Urgell, Ermengol VIII, siguiendo el consejo de Alfonso II, rey de
Aragón, y que ponía fin a los enfrentamientos de los condes con los
Cabrera , vizconde de Àger, eternos rivales.
En
agosto de 1191 firmó como representante del rey, junto con Gombau de
Ribelles, en el Reparto de los Estados de Ponç de Cabrera pactado
por el conde de Urgell el rey Aragón. Juran
por el Rey: Arnau de Agramunt y Bernat de Belestre. Juran por el
Conde d`Urgell: Gombau de Ribelles y Arnau de Pradell.
En
el siglo XIV, debido al ocaso del poder de la nobleza y pujanza de la
burguesía, el castillo pasó a manos de Ciudadanos Honrados de la
ciudad de Lleida que se lo comerciaban como cualquier propiedad
particular. Daba prestigio y poder comprar propiedades, sobre todo
castillos y tierras con toda su jurisdicción civil y militar.
El
siglo XV es un siglo oscuro en la historia del castillo, poco se sabe
de él, excepto datos de los primeros años. Es el siglo negro para
los castillos catalanes. Más adelante, a principios del siglo XVIII,
Felipe V mandó destruirlos para evitar que se formaran núcleos de
resistencia contra la monarquía borbónica. Los pocos que
sobrevivieron fueron reconvertidos en edificios señoriales sin
función militar. Ana de Alentorn, hija de los Señores de Seró
aportó la propiedad del castillo como dote. En
1626, Ramón de Margalef fue ennoblecido con el título de Señor de
Pradell y se le otorgó escudo de Armas.
En
1666, Gaspar de Portolá y Pont, barón de Castellnou de Montsec,
compró la señoría de la Torre de Pradell con toda su jurisdicción
civil y militar al señor Juan Manuel de Cardona, conde de Biraben.
Era el bisabuelo de Gaspar de Portolá y Rovira, descubridor,
conquistador y primer gobernador de California. Más de cien años,
tuvieron los Portolá la propiedad del castillo y fueron los que
realizaron la gran reforma de 1738.
Don
Ignacio de Pons y Sastre, notario de la Intendencia Mayor del
Principado de Cataluña, compró la propiedad del castillo con toda
su jurisdicción civil y militar. A finales de siglo XIX, el notario
Pablo Civit de Albareda, nacido en el cercano castillo de
Castellblanc, compró la propiedad a la familia Pons. Actualmente
sigue en manos de sus descendientes.
El
castillo o residencia señorial, ocupa la parte occidental del
conjunto, de forma aproximadamente cuadrada, de unos 20 metros de
lado, con el acceso principal a la fachada oeste y un tejado a tres
vertientes que desagüa al oeste, sur y este. Justamente al este, una
terraza de forma trapezoidal, soluciona la distancia entre el palacio
y la iglesia con cinco merlones simples. Esta terraza forma un
espacio rectangular de diez metros de ancha por veinte metros de
larga, con la fachada principal al sur.
La
fachada principal del conjunto es la que queda encarada al mediodía.
El aparejo regular de sillares de gres se superpone aquí en una faja
de cuatro o cinco filas de sillares más gruesos y más erosionados
que evidencian una fase constructiva anterior. A la altura del piso
noble del castillo hay dos ventanas geminadas de arco inserto en otro
ojival. La fachada continúa con el mismo aparejo regular hasta
incluirse en la fachada de la iglesia.
El
interior de ésta se resuelve con cierto regusto neoclásico, con
pilastras lisas que sostienen una cornisa moldurada que separa las
paredes verticales de la bóveda de cañón recta que cubre el
espacio interior en sentido longitudinal. Detrás del altar, un
badalquino de cuatro columnas estriadas con capiteles corintios
cubren una imagen de la Mare de Déu con los brazos alzados hacia el
cielo y dos ángeles a sus pies. El badalquino se eleva sobre un
pedestal de mármol amarillo ricamente decorado.
En
la actualidad la edificación está dedicada a la hostelería, donde
se puede disfrutar en sus esplendidas habitaciones de un merecido
descanso entre estas piedras tan históricas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Cataluña Medieval
Luis Puey (Fotos)
Galería:
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