miércoles, 23 de octubre de 2024

Castillo de Castellví de la Marca (Barcelona)

 


El Castillo de Castellví de la Marca, también llamado El Castellot, se encuentra situado en el término municipal de la localidad de este nombre en la comarca del Alt Penedés de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Se trata de una edificación defensiva de época medieval que a su lado tiene los restos de la capilla del propio castillo dedicada a Sant Miquel. Su situación fue estratégicamente inigualable, porque controlaba la frontera castellera entre los musulmanes establecidos en las tierras tarraconenses y hacía de enlace con la marca castellera del Gaiá a través de los castillos de Marmellar y de Montmell. 

Por otro lado, el castillo está conectado con los de Mediona, Font-rubí, Pontons, Torrelles y Sant Martí de Sarroca por la cordillera más interior, y con los de Gelida, Subirats y Olérdola en la más cercana a la costa. A su pie se fueron edificando los castillos de la llanura como fueron el de Banyeres, Llorenç, Santa Oliva, La Bisbal y Calafell, entre otros. 

Se menciona por primera vez en el año 977 en que fue vendido por el conde Borrell de Barcelona a Unifred y posteriormente, en 990, con motivo de una venta de los hermanos Calabuig y Guazamir (o Guadamía) a Senfred. Sin embargo en el 1023, el castillo era de los condes de Barcelona, Berenguer Ramón I y su esposa Sancha, que lo vendieron a Guillermo I de Castellvell, hijo del difunto Amat, poseedor de Castellvell de Rosanes y señor del castillo de la Guardia de Montserrat. 

La existencia de estos dos castillos dentro de una misma baronía, y con una misma denominación, lleva a confusión en algunos casos sobre cuál es cuál en la documentación relacionada con ellos. Con todo, parece ser que lo que aparece a menudo como «Castro vetula» es el de Castellví de la Marca. 

El año 1213 la denominación de este castillo aún mantenía la palabra «extremo» bajo la forma de "Castri Veteri Extremerii» aunque posteriormente también llega a ser conocido como Castellvell del Penedés (1221). Durante este siglo XIII las preferencias de la familia Castellvell se centraron en torno al Castellví de la Marca, fijando Guillema de Castellvell su residencia en él. Guillema se casó en primeras nupcias con Guillermo Ramón I de Montcada, en 1228, por lo que la baronía de Castellvell pasó a depender de la casa de los Montcada a través de su hijo Guillem de Montcada, vizconde de Bearn. Durante tres generaciones perteneció a los Montcada hasta que se extinguió con otra Guillema de Montcada en 1309, pasando a su sobrino Gascó de Armañac vizconde de Fesensaguet y unos años después a los condes de Foix. 

Martín el Humano mostró interés en que este castillo y su término pasara a depender de Barcelona dando órdenes al veguer de Barcelona y del Vallés (1399) que pusiera a subasta el castillo y su jurisdicción proponiendo a los consejeros de Barcelona que accedieran a efectuar la compra. Castillo y baronía habían sido incautados a los Foix pasando a depender de la Corona de Aragón. Las últimas noticias documentales del castillo datan de 1481 cuando el rey Fernando el Católico ordenó al veguer de Vilafranca que restituyera a la princesa de Viana, tutora del rey de Navarra, la baronía de Castellví de la Marca. La baronía pasó a los Zúñiga (1549) y luego a Fajardo (1618). En 1856 pasó a Cavero, condes de Sobradiel, siendo el último señor jurisdiccional Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Osorio. El castillo, sin embargo, ya mucho antes quedó abandonado hasta quedar los restos que hoy podemos ver de pie. 

La construcción se compone de una Torre del Homenaje circular, una capilla y un recinto amurallado. De este último no quedan sino escasísimos restos, apenas unos pocos lienzos de muro casi completamente arrasados. La torre y la capilla se situaban en uno de sus extremos, junto al precipicio oriental. La Torre del Homenaje es una construcción circular, con un diámetro interno de 220 cm. y muros parcialmente derruidos cuyo grosor aproximado es de 165 cm. Se han conservado mejor junto al precipicio del sector noreste, donde llegan a una altura de 10 m. 

La torre contaba al menos con tres plantas. Todo el aparejo está formado por heterogéneas piezas apenas desbastadas, dispuestas de forma irregular y unidas con abundante mortero. El material constructivo se dispone en hiladas horizontales de mayor regularidad conforme el edificio gana en altura. En el nivel inferior noroeste de la torre se aprecia el uso de un opus spicatum de factura muy tosca. La torre maestra tiene adosada en su sector noroccidental una construcción de planta rectangular de (4,50 x 2,10 m.), cuyos muros se han conservado hasta una altura muy reducida. 

Hacia el este de la torre se alza una construcción tradicionalmente identificada como la capilla del castillo. En 1026 se prestaba allí juramento, un lugar donde se veneraba a San Julián y San Pedro y cuyo altar estaba dedicado al arcángel San Miguel. La dedicación de los santuarios dependientes de castillos al jefe de las milicias celestiales fue muy común durante la Edad Media. A fines del siglo XIII el arcángel compartía la advocación de la capilla con San Pedro y Santa María. 

El edificio disponía de una nave septentrional, conservada casi completa; y otra meridional, prácticamente desaparecida en su totalidad. La septentrional está cubierta por una bóveda de medio cañón. El extremo oriental presenta testero plano perforado por una ventana abocinada de medio punto. Ambas naves se comunicaban entre sí mediante dos grandes arcos de medio punto formados por grandes dovelas que descansan sobre un pilar central de sección cuadrangular. 

Hay muy pocos paralelos tipológicos para el castillo de Castellví de la Marca, aunque se han conservado iglesias de dos naves en el templo prerrománico de Santa Coloma de Fitor (construido probablemente en el siglo X) y el románico de Sant Esteve de Peratallada (siglo XI). La Torre del Homenaje podría datar de fines del siglo X y la capilla ser coetánea o algo más tardía (comienzos del siglo XI), aunque lo excepcional del planteamiento arquitectónico impide ofrecer una cronología completamente satisfactoria. 

En el año 2018 comenzó la restauración y puesta en valor de las ruinas del castillo, haciendo hincapié en los restos de la Torre del Homenaje, la cual tras la restauración. ha quedado en perfecto estado así como las excavaciones de su alrededor que también han sido puestas en valor. 

Fuentes: Wikipedia
               Cataluña Medieval
               Pobles de Cataluña

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