jueves, 31 de octubre de 2024

Castillo de Castellar (Aguilar de Segarra, Barcelona)


El Castillo de Castellar se encuentra situado en el núcleo poblacional de Castellar perteneciente a la localidad de Aguilar de Segarra en la comarca del Bages de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Se puede llegar a él saliendo de la localidad de Castellar hacia Calaf por la carretera N-141. Tras un par de kilómetros hay que desviarse a la izquierda por una pista en bastante buen estado (con un cartel indicativo) que, tras recorrer unos tres kilómetros aproximadamente, ganando altura en medio de una paraje de gran belleza, nos lleva hasta el cerro donde se asienta el castillo. 

Este castillo fronterizo aparece documentado en el siglo X (983) y en el XI (1029), aunque la edificación actual es del siglo XVII. A comienzos del siglo IX, un siglo después de que los musulmanes invadiesen la península Ibérica, y tras largos años de luchas y enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona fronteriza entre los musulmanes del Emirato de Córdoba y los cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio Carolingio en condados gobernados por condes. 

Para garantizar su frontera meridional frente a los musulmanes, los condados catalanes construyeron entre los siglos IX y XI, y reaprovecharon otros musulmanes, una amplia red de castillos, atalayas y torres de defensa por toda la Marca, fortificando con más de cien castillos un territorio muy extenso que se extendía desde Barcelona hasta el Pallars, en tierras de Lleida. Así nacerían los castillos de frontera catalanes. La Marca quedó estabilizada durante tres siglos entorno al Llobregat, Cardener, y el Montsec. A mediados del siglo XI, con la disgregación del Califato de Córdoba en los diferentes reinos de taifas, los condados catalanes pasaron a ser territorios de avanzada y conquistadores. 

En el siglo XI, el condado de Manresa controlaba un extenso territorio que abarcaba Manresa hasta cerca de Lérida. Para defender las tierras que se iban ganando a los musulmanes, se fueron levantando numerosas fortificaciones y reaprovechando otras musulmanes, formándose así la línea defensiva fronteriza del Anoia, en la Marca Manresana, que llegaba hasta la comarca de la Segarra, en tierras de Lleida. 

El castillo de Castellar, documentado en el siglo X (983) y en el XI (1029), formó parte de los castillos de frontera de la Marca Hispánica, en la línea de fortificaciones de la Marca Manresana. En esta extensa red defensiva, el castillo de Castellar estaba acompañado por las vecinas fortalezas de Aguilar de Segarra al noroeste, con la que tenía contacto visual, Grevalosa al sur, Boixadors más adelantado que Aguilar al noroeste, Fonollosa al norte, Rajadell muy cercano al este en posición más retrasada, y los de Calaf y la Torre Manresana al oeste, entre otros. Todos ellos estaban comunicados visualmente, formando así un eficaz sistema defensivo, 

Situado a pocos kilómetros de Manresa, sede del antiguo condado, las funciones del castillo de Castellar eran, además de la defensiva, evitar que los musulmanes se internaran por los valles para alcanzar las llanuras donde estaban situadas las ciudades cristianas, y servir de base para reconquistar nuevas tierras a los moros por el oeste y así poder avanzar hasta tierras del Urgell. 

Hacia 1022 la fortaleza había definido su territorio de reconquista. Se sabe por el testamento de un tal Seguí, de nuevas tierras ganadas a los musulmanes que se extendían desde el castillo hasta la Segarra, en tierras de Lleida. El avance quedó marcado por la construcción de nuevas torres o fortificaciones defensivas, como la de Guardia Pilosa, Vilallonga, Seguer, o Puigfarner. La fortaleza ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los siglos. En el XVII fue reconvertido en masía. 

Se trata de una edificación de forma alargada levantada sobre la roca. Sus muros son fuertes y gruesos, y cuentan con ventanas altas. Conserva aspilleras en la parte baja de uno de sus muros. La puerta de entrada se abre a levante y está situada justo sobre la pendiente de más difícil acceso. Su elemento más antiguo es la torre, de la que se conservan un par de muros de unos dos metros de grosor. 

En su interior aún pueden verse diversos restos como alacenas de piedra, una sala para prensar la uva, diversos depósitos, el patio, un depósito de agua y diversos elementos como puertas y ventanas de piedra. Junto al castillo hay un mirador desde donde se contemplan fantásticas vistas de la localidad de Castellar y del precioso valle que vigila eternamente. La construcción es de piedra muy rústica. Ha sido restaurado y se encuentra en buen estado de conservación, aunque transformado. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Cataluña Medieval
               Luis Puey (Fotos)

Galería:











 

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