Los restos de las Murallas de La Guardia se encuentran situadas en el casco urbano de la localidad del mismo nombre de la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
La
Guardia, situada en un alto, era una defensa natural donde la
población podría sentirse más segura. Por ello, para defenderse de
los ataques de los musulmanes, sus pobladores construyeron en la Edad
Media una fortaleza y una muralla que rodeaba la población.
Los
cristianos levantaron un castillo desde el que se dominaba toda la
Mesa de Ocaña. Este castillo consideró siempre como una de sus
mayores glorias, el haber prestado refugio a Don Rodrigo Díaz de
Vivar, el Cid Campeador. El castillo perteneció a los Condes de
Campo-Rey.
Del castillo, hoy desaparecido, partían las
murallas que, en su ámbito interior contenían el antiguo pueblo,
denominado la Villeta, con la antigua iglesia (hoy día desaparecida
también), después denominada Sinagoga del Norte, y actualmente
conocida Ermita de Jesús.
En el siglo XVI se constata que la
muralla, construida de cal y canto, y el castillo aún existían y
estaban en buen estado. Al ser abandonado en el siglo XVII por los
Condes, se fue arruinando. En el siglo XVIII aún subsistían lienzos
de la antigua muralla almenada y tres torres muy deterioradas.
Poco
queda de la muralla urbana de la villa medieval, unos restos en una
ladera y una puerta en la plaza, que da acceso a la calle Villeta. El
torreón se halla situado mirando al mediodía, cilíndrico, asido al
corte vertical de la colina y rodeado de cuevas. Estos restos son los
únicos signos actuales de ciudad amurallada, prácticamente
desaparecida.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
miancema y garcilanga (Fotos)
Galería:
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