viernes, 14 de agosto de 2020

Castillo de Soutomayor (Pontevedra)

 


El Castillo de Soutomayor, en gallego Castelo de Soutomaior, es un castillo medieval del siglo XII, que se encuentra situado en la parroquia de San Salvador de Soutomaior, en las cercanías de Vigo, en la provincia de Pontevedra (Galicia). 

La fortaleza se encuentra en la cima del Monte Viso, a 119 metros sobre el nivel del mar. Está situada entre las poblaciones de Redondela y Arcade, dominando la unión de los ríos Oitavén y Verdugo, en un lugar clave para el control entre el suroeste y el centro de Galicia, próxima a la histórica localidad de Puente Sampayo, conocida por la batalla que tuvo lugar en la Guerra de la Independencia española. 

El origen de la fortaleza no está muy claro aunque se sitúa en el siglo XII con Paio Méndez Sorrede, señor de Soutomaior, durante la época de Alfonso VII, rey de Galicia (1111-1157). La leyenda habla de su fundación en los tiempos anteriores a la llegada de los musulmanes a la península y la historiografía se decanta, a pesar de que no existe evidencia documental que lo corrobore. La primera construcción fue una austera fortificación que dominaba el sur del valle con el nombre de Souto Maior. 

Desde entonces, los Sotomayor han participado como protagonistas en la mayoría de los eventos políticos y sociales de la época en Galicia como la guerra civil entre Pedro I de Castilla y Enrique II de Castilla, las guerras con Portugal, las revueltas irmandiñas (1467-1469) o los múltiples enfrentamientos entre los obispados de Tui y Santiago de Compostela y casas nobles gallegas entre sí. 

En el siglo XV Álvaro Páez de Sotomayor, quien falleció defendiendo la ciudad de Tui de los ataques irmandiños, legó el castillo a su medio hermano Pedro Álvarez de Sotomayor (1430-1486) más conocido por el sobrenombre de Pedro Madruga, uno de los caballeros feudales con más poder en la Galicia medieval a quien se atribuye la introducción de las armas de fuego en el Reino de Galicia, especialmente arcabuces y falconetes. Desde Sotomayor, Pedro Madruga dominó gran parte del reino. 

Reconstruyó y amplió el castillo que había quedado parcialmente destruido durante el alzamiento contra los nobles de la revuelta irmandiña y construyó también una doble muralla y mejoró sus aspectos defensivos introduciendo novedades para adaptar la fortificación a las armas de fuego implantando troneras para proteger al soldado que disparaba los arcabuces desde el interior del castillo e instalando cañones de bronce en las murallas. 

La Torre del Homenaje es la zona más antigua del castillo y el elemento principal. A lo largo de la historia ha sufrido varias destrucciones y reparaciones. La altura de la torre sin embargo fue modificada por orden de los Reyes Católicos para castigar a Pedro Álvarez de Sotomayor. La Torre del Conde fue construida simultáneamente a la muralla exterior en el siglo XV para defender el acceso original al castillo. Durante la residencia del marqués de la Vega de Armijo se utilizó como biblioteca. 

El castillo tenía en origen un puente levadizo para salvar el foso construido entre los siglos XVI y XVII. Este puente levadizo se convirtió en puente de piedra que conduce a la puerta de entrada presidida por el escudo de los marqueses de Mos. La construcción tiene un doble perímetro amurallado con una planta irregular y ovalada que se adapta a la tierra en la que se encuentra. Fue en la segunda mitad del siglo XV cuando el castillo adquiere su aspecto defensivo. 

La primera muralla tiene dos puertas: la del sur, utilizada en la actualidad y que conserva el escudo de armas del Marqués de Mos, y la del norte, puerta principal primitiva con el escudo de armas de la familia Soutomaior y Zúñiga. En el siglo XV, el Patio de Armas servía para el entrenamiento de las tropas de Pedro Madruga. La revuelta irmandiña dañó seriamente el castillo, por lo que tuvo que ser reformado. Fue en estos momentos cuando se dibuja el segundo cinturón amurallado (no se sabe si reemplaza a otro anterior), que se construiría ex novo, ya que no aparecen restos anteriores. Presenta novedades constructivas como los rayos, testigos de la comunicación del pasaje de la guardia, hoy en día tapiada. 

En las reformas de finales del siglo XIX se construye la mayor parte de los parapetos y pliegues del recinto exterior, así como largueros y gárgolas que terminan fuera de las paredes. El edificio principal conserva la primitiva Torre del Homenaje, de estructura rectangular con casi 150 metros cuadrados de planta y 15 metros de altura y muros con un espesor, en algunos lugares, de más de 3 metros y medio. Se compone de varias plantas teniendo la entrada principal en la primera planta donde se encontraba el puente elevador original. 

El palacio, vinculado a la Torre del Tributo, se extiende hacia el norte hasta una segunda torre del siglo XV, en la que se conservan sus primitivos pedestales. Es el resultado de la reconstrucción y los trabajos llevados a cabo por los Marqueses de la Vega de Armijo, que adquirieron el castillo en 1870. Las obras siguieron el estilo historicista en boga en ese momento, configurándose como un palacio neogótico. Galerías y puertas con arcos ovoides se abren al exterior. En el interior, se construyeron nuevas escaleras, una capilla, salones con techos de madera y chimeneas. 

Fuentes: castillos.net
                Wikipedia

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