lunes, 17 de agosto de 2020

Castillo de Salvatierra do Miño (Pontevedra)

 


El Castillo de Salvatierra do Miño, también conocido como el Castillo de Doña Urraca, se encuentra situado en el municipio del mismo nombre en la provincia de Pontevedra (Galicia). 

Se yergue en lo alto de un monte, en posición dominante sobre el río Miño, en el centro histórico de la población. Sus orígenes se remontan a los siglos X al XI. Fue escenario de muchos de los enfrentamientos entre Portugal y el Reino de Castilla. Desde este castillo Doña Urraca dirigió en el año 1121, apoyada por Diego Gerlorez, el ataque contra su hermana Teresa de León, que se proclamara reina de Portugal. 

Dentro del contexto de la Guerra de Restauración portuguesa, el castillo perteneció a Portugal entre 1642 y 1659, una vez que su señor García Sarmiento de Sotomayor, conde de Salvatierra, dejara como alcaide del castillo a su amigo el portugués Gregorio Lopes de Puja, quien le traicionó entregando la plaza a João Rodrigo de Vasconcelos e Sousa, conde de Castelo Melhor, el cual tomó posesión de la misma tras cruzar el río Miño el 15 de agosto de 1643, no sin enfrentamientos con las gentes del lugar. En manos portuguesas se mejoran las defensas del castillo, construyendo nuevas murallas y reforzando los baluartes, convirtiéndolo en una fortaleza casi inexpugnable. 

Las tropas españolas, para tratar de recuperar Salvatierra deben cercar la fortaleza, para lo que han de hacerse con la fortaleza de Monçao, del lado portugués, de modo que puedan cortar la retaguardia al enemigo y aislarlo. Para preparar la operación de asalto a Monçao los españoles levantan las fortificaciones del Fuerte de Santiago de Aitona, Fortaleza de Fillaboa, y la Atalaya de San Pablo de Porto. La Fortaleza de Fillaboa, aun en obras, fue arrasada por 2.000 infantes y 50 caballeros portugueses, siendo reconstruida inmediatamente por los españoles. 

La Atalaya de San Pablo, pocos meses después de ser concluida, también fue atacada y destruida por los portugueses, para ser reconstruida por los españoles. A pesar de las numerosas escaramuzas portuguesas estas fortificaciones terreras cumplen con su función en el asalto a Monçao, que cae el 7 de febrero de 1659 ante el ataque español apoyado por la artillería del Fuerte de Santiago de Aitona. Con Monçao en manos españolas las tropas portuguesas se encuentran cercadas en Salvatierra, por lo que capitularán diez días después. 

Tras la victoria española las fortificaciones auxiliares pasan a ser un peligro, pues podrían servir a una contraofensiva portuguesa, por ese motivo la Junta de Guerra determina, el 29 de mayo de 1659, la demolición del Fuerte de Santiago de Aitona y la Fortaleza de Fillaboa, dejando solamente la Atalaya de San Pablo de Porto en pie. 

El conjunto ocupa una superficie de 9.700 metros cuadrados, ocupados por el recinto amurallado con sus garitas, la Casa del Conde, el Pazo de Doña Urraca y la Capilla de la Virgen de la Oliva. Del siglo XII se conservan las llamadas Cuevas de Doña Urraca, con su escalera de caracol. 

La Capilla de la Virgen de la Oliva presenta planta rectangular y está recubierta de teja en varias vertientes. Aparece blasonada con una representación de la Virgen y está coronada por una cruz y pináculos en estilo barroco con bolas. 

Fuentes: castillos.net
                Wikipedia

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