viernes, 15 de noviembre de 2024

Castillo de s´Avellana (Les Masies de Roda, Barcelona)


Los escasos restos del Castillo de s´Avellana se encuentran situados en el término municipal de la localidad de Les Masies de Roda en la comarca de Osona de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Corresponden a los restos de una edificación militar del siglo X. Su historia conocida se inicia en el año 1067, cuando el Obispo de Vic, Guillem de Balsareny, va a encargar este castillo de s´Avellana con sus términos y pertenencias a los vizcondes de Girona, Ponç de Cabrera y su mujer Beatriu, pactándose que siempre que el obispo pidiese la potestad de entrat y salir del castillo los vizcondes lo acatasen. 

La familia más vinculada con s´Avellana fue la familia Eures. El 12 de junio de 1099 el vizconde de Cabrera enfeuda a Guillem Borrell d´Eures el castillo. Se trata de la misma familia que ejercía la castellanía de Vilagelans. Los Eures y sus sucesores poseyeron las tierras de s´Avellana hasta fines del año 1375. Sin embargo la importancia de este castillo se eclipsa durante el siglo XIV, hasta el punto de desaparecer de la documentación posterior. 

Es posible que el castillo fuera derruido en el año 1302, con motivo de las razzias contra los Cabrera. También pudo ser que la demolición se hiciera con motivo de la expedición armada que el 18 de septiembre de 1317 instó la Obispalía de Vic contra él. 

El castillo se levantó en un cerro rocoso alargado y estrecho de unos 50 metros de largo, rodeado por escarpes en todos los lados excepto la parte que recibe el camino de acceso. Son los restos de un castillo medieval de época románica situado en lo alto de una colina al que se accede por unas escaleras retalladas en la roca. Los restos se reducen a algunos tramos de muros y diferentes negativos excavados en la roca para poder asentar sus estructuras. 

Los restos del muro perimetral se adecúan al relleno geográfico, formando una planta irregular que se asemeja a la forma de un barco. El aparejo del paramento está formado por piedras grandes y medias desbastadas y ligadas con mortero de cal. Forman hileras regulares y en algunos tramos se pueden apreciar todavía los agujeros empleados para colocar las piedras. La mayoría de los muros no tienen más de medio metro de potencia, sin embargo a tramontana se encuentran muros de unos 3 metros de altura. 

Cabe destacar que en sector noroccidental todavía queda potencia para excavar, donde se intuyen los restos de una torre circular, todo lo contrario del sector opuesto, donde solamente queda roca madre vista. 

Se conservan restos de muros de sillarejo y mampuesto pertenecientes al perímetro, una escalera que subía al peñón y la base de una torre. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Cataluña Medieval
               Luis Puey (Fotos)

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