Las Murallas Romanas del Tossal de Manises se encuentran situadas en el llamado Tossal de Manises de La Albufereta en el término municipal de la ciudad de Alicante, capital provincial de la Comunidad Valenciana.
Los
primeros datos relativos a la fundación de la ciudad de Alicante se
remontan al Eneolítico, y más tarde a la Edad del Bronce. También
son muy numerosos, y especialmente notables, los restos
correspondientes a los poblamientos de origen ibero, pues este pueblo
formó un asentamiento en la zona del Tossal, llamado así por tener
forma de un cerro de poca elevación, antes de la dominación romana,
Cuando
esta se produjo, las tropas al mando del cónsul Cayo Flaminio fueron
las encargadas de tomar las ciudades iberas de la provincia, como La
Alcudia de Elche ó el Poblado Amurallado de El Monastil de Elda,
entre otras, y por supuesto, el asentamiento ibero de El Tossal de
Manises, que se produjo alrededor del año 93 a.C. (siglo I a.C.).
Los documentos de la época señalan que la cultura romana
pronto fue asumida por los ñiberos, que se romanizaron prácticamente
en pocas décadas.
La
ciudad ibera que se alzaba en el tossal comenzó a transformarse en
una ciudad romana, y de ello dan fe las construcciones que a tal fin
emprendieron los romanos. Para ello, el primer trabajo que les
convenía fue el amurallamiento de la ciudad, a la que llamaron con
el nuevo nombre de Lvcentum ( Ciudad de la Luz), precursora de la
actual ciudad de Alicante, aunque algunos autores creen que Lvcentum
se situaría en el actual barrio de Benalúa de Alicante. Otros, como
J. Lafuente, mantienen el nombre de Lvcentum para la ciudad
amurallada romana de El Tossal de Manises. Aparte de amurallar la
ciudad, los romanos construyeron un sinfín de construcciones a su
estilo: templos, un anfiteatro, termas, alcantarillado, etc.
convirtiéndola en una próspera colonia romana.
En el siglo
III, con las invasiones bárbaras, la ciudad sería parcialmente
destruida, sufriendo sus murallas grandes daños, y entrando en
abandono al emigrar su población hacia el sur, creando una nueva
ciudad en lo que hoy es Alicante (se cree que en actual barrio de
Benalúa por los restos encontrados). Tras la cultura visigoda,
posterior a la caída del Imperio Romano, se convertiría en la
medina islámica de Al-qant con la invasión musulmana, comenzando la
construcción de la alcazaba del Benacantil, primitivo castillo de
Santa Bárbara.
La
Lvcentum alicantina ha sido, sin duda, la ciudad por
excelencia de los arqueólogos alicantinos y foráneos. No en vano se
trata de las ruinas que precedieron a la fundación de la ciudad de
Alicante. Prácticamente, ningún otro recinto histórico de la
provincia ha recibido más entusiasmo, eruditos y fondos para su
estudio y reconstrucción que la presente “ruina”.
La
muralla que rodea a la ciudad del Tossal de Manises se considera
ibérica, por el tipo de aparejo usado en su fábrica y fue
construida en la segunda mitad del siglo II a.C., bajo el poder
político de Roma, efectivo desde el siglo III a.C.
Los
romanos actuarán sobre la muralla de dos formas, que corresponden a
épocas diferentes. La primera consistió en reforzar el sistema
defensivo con la construcción de torres y la otra en desmantelarla
para permitir otro tipo de construcciones., una vez perdida la
utilidad de la muralla.
Las torres, de las que hasta ahora se
han descubierto restos de cinco de ellas, eran de planta rectangular
y miden alrededor de 7 metros y entre 3 y 3,5 metros de altura.
Pertenecen a un momento posterior al de la muralla, como demuestra el
hecho de que estén adosadas y no trabadas en ella, así como el
aparejo utilizado en su fábrica, que se compone de sillares, en
contraposición a la mampostería de la muralla.
El
segundo efecto sobre la muralla es su anulación. Efectivamente, el
sistema defensivo pierde importancia a lo largo del Alto Imperio
(siglos I-II d.C) y se utilizan como muro posterior de las
edificaciones, adosándose al pie de la muralla, o aprovechando las
extintas torres como cimentación para otros usos en el recinto del
tossal. Según algunos autores, las murallas comenzarían a demolerse
a partir del césar Augusto, con quien en Hispania se inaugura un
período de relativa calma política y militar.
Solamente
una puerta, que pueda llamarse como tal, ha sido descubierta en la
ciudad y concretamente en su lado oriental. La muralla queda
interrumpida en este punto y aparece una laguna de unos 3,5 metros al
lado de una gran torre de mampostería. En este punto se considera
existía la puerta de acceso a la ciudadela amurallada, que daba paso
a la llamada calle
de Popilio.
Se
conocen, además, otros dos accesos menores: uno situado en el
extremo occidental en un vano de la muralla. El otro, es un estrecho
paso en un ángulo de la muralla situado hacia el Norte. Ambos
estuvieron en uso en época del Alto Imperio, consecuencia de
anteriores poternas abiertas en la muralla.
Se
han descubierto dos termae
(termas) en el interior. La mayor se denomina Termas
de la Muralla,
nombre dado por Figueras Pacheco, ocupando la mitad SE de la calle
Popilio y miden 38 m. de longitud por 13 m. de anchura. Al SE se
encuentra la entrada y las salas (frigidarium
o
baño frío y caldarium o baño caliente). La otra terma se sitúa al
pie del cerro del tossal, junto a la Albufereta y fue referida por
José Lafuente, pero de mucha menos importancia de las termas de
Popilio.
Todo
el conjunto estaba cerrado por la necrópolis. El mundo de los vivos
y el de los muertos estaba delimitado por el "pomerium",
límite sagrado que determinaba el recinto dentro del cual estaba
prohibido dar sepultura, concretado en la muralla si la ciudad
contaba con ella.
En
la segunda mitad del siglo III d.C, la ciudad sufrió un fuerte
declive, como lo demuestra la ausencia de cerámicas del tipo Clara
D, características del siglo IV d.C, y de las que se encuentran gran
cantidad en Benalúa, por lo que se cree que en estos años ya se
habían trasladado los habitantes del tossal al nuevo
emplazamiento.
Todas las campañas arqueológicas emprendidas
desde hace muchos años tratan de acercarnos lo más posible a
conocer los orígenes de Alicante, y para ello no se han escatimado
esfuerzos. De ello da fe la creación de un museo en sus
inmediaciones, LVCENTUM, donde se recogen todos y cada uno de los
restos que han sido desenterrados de las ruinas del Tossal de
Manises, constituyendo un auténtico museo monográfico para el
mismo.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
MARQ Alicante
El Tossal de Manises
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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