miércoles, 29 de mayo de 2024

Murallas Romanas del Tossal de Manises (Alicante, Alicante)

 


Las Murallas Romanas del Tossal de Manises se encuentran situadas en el llamado Tossal de Manises de La Albufereta en el término municipal de la ciudad de Alicante, capital provincial de la Comunidad Valenciana. 

Los primeros datos relativos a la fundación de la ciudad de Alicante se remontan al Eneolítico, y más tarde a la Edad del Bronce. También son muy numerosos, y especialmente notables, los restos correspondientes a los poblamientos de origen ibero, pues este pueblo formó un asentamiento en la zona del Tossal, llamado así por tener forma de un cerro de poca elevación, antes de la dominación romana, 

Cuando esta se produjo, las tropas al mando del cónsul Cayo Flaminio fueron las encargadas de tomar las ciudades iberas de la provincia, como La Alcudia de Elche ó el Poblado Amurallado de El Monastil de Elda, entre otras, y por supuesto, el asentamiento ibero de El Tossal de Manises, que se produjo alrededor del año 93 a.C. (siglo I a.C.). Los  documentos de la época señalan que la cultura romana pronto fue asumida por los ñiberos, que se romanizaron prácticamente en pocas décadas. 

La ciudad ibera que se alzaba en el tossal comenzó a transformarse en una ciudad romana, y de ello dan fe las construcciones que a tal fin emprendieron los romanos. Para ello, el primer trabajo que les convenía fue el amurallamiento de la ciudad, a la que llamaron con el nuevo nombre de Lvcentum ( Ciudad de la Luz), precursora de la actual ciudad de Alicante, aunque algunos autores creen que Lvcentum se situaría en el actual barrio de Benalúa de Alicante. Otros, como J. Lafuente, mantienen el nombre de Lvcentum para la ciudad amurallada romana de El Tossal de Manises. Aparte de amurallar la ciudad, los romanos construyeron un sinfín de construcciones a su estilo: templos, un anfiteatro, termas, alcantarillado, etc. convirtiéndola en una próspera colonia romana. 

En el siglo III, con las invasiones bárbaras, la ciudad sería parcialmente destruida, sufriendo sus murallas grandes daños, y entrando en abandono al emigrar su población hacia el sur, creando una nueva ciudad en lo que hoy es Alicante (se cree que en actual barrio de Benalúa por los restos encontrados). Tras la cultura visigoda, posterior a la caída del Imperio Romano, se convertiría en la medina islámica de Al-qant con la invasión musulmana, comenzando la construcción de la alcazaba del Benacantil, primitivo castillo de Santa Bárbara. 

La Lvcentum alicantina ha sido, sin duda, la ciudad por excelencia de los arqueólogos alicantinos y foráneos. No en vano se trata de las ruinas que precedieron a la fundación de la ciudad de Alicante. Prácticamente, ningún otro recinto histórico de la provincia ha recibido más entusiasmo, eruditos y fondos para su estudio y reconstrucción que la presente “ruina”. 

La muralla que rodea a la ciudad del Tossal de Manises se considera ibérica, por el tipo de aparejo usado en su fábrica y fue construida en la segunda mitad del siglo II a.C., bajo el poder político de Roma, efectivo desde el siglo III a.C. 

Los romanos actuarán sobre la muralla de dos formas, que corresponden a épocas diferentes. La primera consistió en reforzar el sistema defensivo con la construcción de torres y la otra en desmantelarla para permitir otro tipo de construcciones., una vez perdida la utilidad de la muralla. 

Las torres, de las que hasta ahora se han descubierto restos de cinco de ellas, eran de planta rectangular y miden alrededor de 7 metros y entre 3 y 3,5 metros de altura. Pertenecen a un momento posterior al de la muralla, como demuestra el hecho de que estén adosadas y no trabadas en ella, así como el aparejo utilizado en su fábrica, que se compone de sillares, en contraposición a la mampostería de la muralla. 

El segundo efecto sobre la muralla es su anulación. Efectivamente, el sistema defensivo pierde importancia a lo largo del Alto Imperio (siglos I-II d.C) y se utilizan como muro posterior de las edificaciones, adosándose al pie de la muralla, o aprovechando las extintas torres como cimentación para otros usos en el recinto del tossal. Según algunos autores, las murallas comenzarían a demolerse a partir del césar Augusto, con quien en Hispania se inaugura un período de relativa calma política y militar. 

Solamente una puerta, que pueda llamarse como tal, ha sido descubierta en la ciudad y concretamente en su lado oriental. La muralla queda interrumpida en este punto y aparece una laguna de unos 3,5 metros al lado de una gran torre de mampostería. En este punto se considera existía la puerta de acceso a la ciudadela amurallada, que daba paso a la llamada calle de Popilio. 

Se conocen, además, otros dos accesos menores: uno situado en el extremo occidental en un vano de la muralla. El otro, es un estrecho paso en un ángulo de la muralla situado hacia el Norte. Ambos estuvieron en uso en época del Alto Imperio, consecuencia de anteriores poternas abiertas en la muralla. 

Se han descubierto dos termae (termas) en el interior. La mayor se denomina Termas de la Muralla, nombre dado por Figueras Pacheco, ocupando la mitad SE de la calle Popilio y miden 38 m. de longitud por 13 m. de anchura. Al SE se encuentra la entrada y las salas (frigidarium o baño frío y caldarium o baño caliente). La otra terma se sitúa al pie del cerro del tossal, junto a la Albufereta y fue referida por José Lafuente, pero de mucha menos importancia de las termas de Popilio. 

Todo el conjunto estaba cerrado por la necrópolis. El mundo de los vivos y el de los muertos estaba delimitado por el "pomerium", límite sagrado que determinaba el recinto dentro del cual estaba prohibido dar sepultura, concretado en la muralla si la ciudad contaba con ella. 

En la segunda mitad del siglo III d.C, la ciudad sufrió un fuerte declive, como lo demuestra la ausencia de cerámicas del tipo Clara D, características del siglo IV d.C, y de las que se encuentran gran cantidad en Benalúa, por lo que se cree que en estos años ya se habían trasladado los habitantes del tossal al nuevo emplazamiento. 

Todas las campañas arqueológicas emprendidas desde hace muchos años tratan de acercarnos lo más posible a conocer los orígenes de Alicante, y para ello no se han escatimado esfuerzos. De ello da fe la creación de un museo en sus inmediaciones, LVCENTUM, donde se recogen todos y cada uno de los restos que han sido desenterrados de las ruinas del Tossal de Manises, constituyendo un auténtico museo monográfico para el mismo. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de Alicante
               MARQ Alicante
               El Tossal de Manises
               Ximo G. Rico (Fotos)

Galería:







No hay comentarios:

Publicar un comentario