El Castillo-Palacio de Luchente se encuentra situado en la localidad de Luchente ( Luxente, en valenciano) de la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
Lo
podemos encontrar en el interior de la trama urbana, en la parte
alta, incluso con viviendas adosadas a sus muros. Hay que decir que
en el momento de su construcción estaba exento, dominando el pueblo
situado a sus pies. Con el paso de los años quedó absorbido por el
crecimiento urbano. También es llamado Palacio de los Próxita.
Jaime
I de Aragón donó el pueblo de Luxente a Juan de Próxita en 1277, y
fueron sus sucesores los que erigieron el castillo, de ahí que uno
de sus nombres haga referencia a esta familia. Durante los siglos
XIV-XV dejó de tener sentido el uso como fortaleza y se realizaron
una serie de reformas tendentes a su rehabilitación como residencia
palaciega. Fue constituido en residencia de los señores tras el
abandono del castillo del Xio, y se convirtió en sede de la baronía
de Luchente, creada por Jaime I, y formada por Cuatretonda,
Benicolet, Pinet y Luchente.
Los
Próxita mantuvieron el señorío más de 200 años. En 1487, el
castillo fue vendido a Pedro Maza de Lizana, quien inició una
remodelación, que transformará el castillo en palacio y lo
convertirá en un centro de vida señorial, económica y
administrativa, llegando a ser residencia de los barones de Luchente.
Esta remodelación afectó sobre todo a su interior, quedando toda la
estructura exterior sin tocar. Después de 1522, sufrió otras
reformas para reparar los desperfectos causados por el frustrado
asalto de los agermanados, sobre todo en su parte superior,
realizándose además otras obras que le añadirían elementos
renacentistas.
Desde
entonces su aspecto no tuvo que variar mucho hasta nuestros días,
puesto que los posteriores titulares del señorío no mostraron
demasiado interés por esta propiedad. Al morir sus señores sin
sucesión, la baronía pasó a Ramón Lladró, Señor de Castalla. En
1575 se hizo cargo de ella Pedro Maza Lladró, Marqués de Terranova,
primer Duque de Mandas. Perteneció luego a los Marqueses de Dos
Aguas. En 1864, Francisco Benavent, vecino del pueblo, lo compró al
Marqués de Dos Aguas ya en estado ruinoso. Lo parceló y lo
convirtió en viviendas que vendió a diversas familias, siendo
habitado hasta 1994. Para ello fue sometido a reformas tan profundas
que alteraron tanto la estructura como la estabilidad del edificio.
En dicho año 1994 fue adquirido por el Ayuntamiento, y actualmente
se está intentando devolverle a su estado original.
Castillo-palacio
de planta cuadrangular, casi cuadrada (27 x 28 m.), con torres
rectangulares en sus cuatro ángulos y con un patio central cuadrado,
de 11 m. de lado, al que se accede por un arco de medio punto. Se
puede clasificar su pertenencia al estilo gótico valenciano. En las
fachadas Sur y Oeste, se abren tres grandes ventanas góticas,
trilobuladas y construidas con sillares. También cuenta con otras
ventanas, aunque de dimensiones más reducidas que las anteriores y
enmarcadas en arcos conopiales, decorados con motivos geométricos en
su cara interna.
La
entrada al edificio se realiza a través de un arco de medio punto
con dovelas en cuyo interior encontramos un arco rebajado, que
conserva las gorroneras y los huecos para la tranca. Alrededor del
patio se estructuran el resto de dependencias. Los restos del aljibe
se observan en el ángulo meridional. A la planta principal o noble,
se accede mediante unas escaleras y galería cubierta de la cual se
conservan tres columnas de fuste octogonal, típicas del gótico
mediterráneo. En la parte occidental del castillo, había un gran
salón con artesonado, del que solo se conservan algunas vigas
decoradas con pinturas descubiertas recientemente, al igual que las
pinturas decorativas de los muros de uno de los salones de la planta
noble (estas pinturas se adscriben al gótico lineal, estando datadas
entre los años 1320 y 1360). La planta baja, debía estar destina a
diversos servicios, como dependencias para guardar herramientas de
trabajo agrícola, las habitaciones del servicio, la bodega, etc.
Esta parte se caracteriza por tener una techumbre irregular y de
menos altura. El entresuelo, sería el espacio donde se ubicaría la
vivienda del administrador, dónde destaca su artesonado.
Las
cuatro torres que lo defienden han corrido desigual fortuna. Las dos
de la fachada conservan mayor altura que las posteriores. Una
incluso, la Este, mantiene las almenas, aunque le haya sido colocado
un tejado a cuatro aguas. Las dos torres posteriores han sido
reconstruídas pues estaban desmochadas. Los muros son de tapial y
los forjados están conformados en la planta baja por bóvedas y en
las plantas superiores por artesonados de madera. En el muro
posterior, encontramos una serie de almenas cegadas con arcos de
medio punto que antiguamente sostendrían una techumbre.
Fuentes: Wikipedia
castillosricsol.org
Ayto. de Luxente
Galería:
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