Las Murallas de Cretas rodeaban el casco viejo de la localidad del mismo nombre de la provincia de Teruel (Aragón).
La
villa de Cretas quedó reconstruida por Alfonso I, al igual que otras
poblaciones vecinas. Posteriormente fue entregada a Pedro Sancho
Vidal de Abarca. Tras la batalla de Fraga se perdió de nuevo, hasta
que Ramón Berenguer IV la cedió a Alcañiz. En 1179 Alfonso II la
entregó a la Orden de Calatrava, que impuso su continuidad hasta
1295, año en que Rodrigo Ponce, maestre de la orden, vendió la
población a la Mitra de Tortosa.
Tan
solo quedan tres de sus portales, dos de ellos muy transformados al
haberlos convertido en capillas, costumbre habitual en la comarca del
Matarraña. La villa estuvo amurallada hasta el siglo pasado, aunque
sólo perviven tres de los cinco portales que al parecer poseyó.
Éstos están definidos por arcos de medio punto y realizados con
buena piedra sillar. El portal situado al Este, Portal de San Juan,
fue destruido para levantar la iglesia, que cortó la línea de
muralla. El Portal del Pilar, derribado en 1930, se situaba al Norte.
En
la foto de portada se aprecia el Portal de Valderrobles.
Los otros dos son los siguientes:
Portal
de San Roque: Este es un antiguo portal de la muralla
consagrado a San Roque. Como en otros lugares de la comarca, el poder
de este santo es invocado como protección contra epidemias y
enfermedades, especialmente la peste, que Cretas sufrió a lo largo
del siglo XVII y que motivo la construcción de esta capilla y el
“hospital” que ocupaba el mismo edificio.
Se
trataba en realidad de una especie de albergue para necesitados donde
acudían los enfermos y los pobres, así como los heridos en tiempo
de guerra y que se mantendría en funcionamiento hasta bien entrado
el siglo XIX. Cabe resaltar, que hasta 1962, la columna que hoy en
día se levanta en la plaza mayor estuvo situada a pocos metros de la
capilla de San Roque en el exterior del antiguo recinto amurallado y
donde hoy en día podemos contemplar el “monumento a la mujer”
levantado en 1996. La puerta en sí se dispone sobre un gran vano
abierto en arco de medio punto sobre el que se abre un gran balcón
cerrado con grandes puertas de madera. Tiene planta cuadrada y se
cubre con cúpula sobre pechinas.
Portal
de San Antonio de Padua: Es uno de los portales-capilla más
interesantes y representativos de todo el Matarraña. Como sucede en
otras localidades, este portal es en realidad un resto de las
antiguas murallas que circundaban la población hasta el siglo XVI. A
mediados del siglo XVIII se le añadió la función de Capilla,
consagrándola en este caso a San Antonio de Padua, una figura muy
reverenciada en la zona por su cualidad de patrón de las causas
imposibles.
La
proximidad de la capilla de San Antonio con la Casa Turull (a pocos
metros en la calle San Antonio) puede no deberse a la casualidad ya
que según se dice fue Felicísimo Turull quien costeó las obras de
la capilla en agradecimiento al santo por no haber tenido percances
en la construcción de los ocho grandes edificios que mandó
construir en el Cretas del siglo XVIII. Se trata de una típica
capilla-portal barroca fechada por una inscripción en 1798.
Se
define por un arco de medio punto por cada lado. A la capilla se
accede por una escalera situada en uno de sus ángulos. El interés
recae en la fachada que da a la calle de San Antonio. En ella se abre
un gran balcón en arco mixtilíneo sobre pilastras sobre la que se
ve una pequeña hornacina. El conjunto se corona con un gran
cimborrio poligonal.
Todo
el conjunto actual se encuentra en mal estado.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
castillosricsol.org
Eduardo Argote (Fotos)
Galería:
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