Las Murallas de Iznájar se encuentran situadas rodeando el Barrio de La Villa de la localidad del mismo nombre en la provincia de Córdoba (Andalucía).
Iznájar
contaba con dos recintos fortificados. Hacia el año 1080, el último
soberano de los Ziries, Abd Allah, temiendo las invasiones
Almorávides y el acoso al que sometían sus fronteras los
cristianos, mandó reconstruir y fortificar todos los castillos de su
reino, uno de ellos el de Iznájar. Así, la fortaleza fue
fortificada fuertemente y protegida, reconstruyendo y ampliando el
castillo y protegiendo la medina con unas fuertes murallas.
El
primer recinto fortificado y la barbacana son obras de este periodo.
Junto al castillo debió surgir un arrabal poblado por civiles, que
obligó a construir su primer recinto fortificado para protegerlo.
Este abarcaba el actual Barrio de La Villa. Este primer recinto
fortificado fue posteriormente reforzado en el periodo nazarí. El
segundo recinto fue construido íntegramente en época nazarí.
El
primer recinto, construido en el siglo XI, fue construido partiendo
del castillo, y abarcando el barrio de la Villa, con las murallas más
fuertes en las partes más vulnerables (las inferiores) donde el muro
está reforzado con torres próximas unidas por el adarve y
protegidas por la barbacana. Las torres y muros de este primer
recinto fortificado son más fuertes hacia la parte sur de la
pendiente y acceso al mogote del castillo, y más débiles al norte y
noreste, que lindan con los tajos abruptos del cerro, cuya naturaleza
constituye en sí una fortificación natural.
Las
torres son de planta cuadrada, se encuentran adosadas a lo largo de
la muralla, servían de plataforma para los arqueros, ballesteros,
honderos etc. y se sitúan lo suficientemente cerca como para pode
apoyarse mutuamente y evitar que el enemigo se acercara a la muralla
para colocar las escalas de ataque. La Torre del Reloj y la de San
Rafael se encuentran en la entrada a la villa. Otra torre existe
frente a la iglesia, en el patio interior de una vivienda particular,
y en la zona alta del cementerio hay dos torres más unidas a parte
del lienzo de muralla, de forma semicircular, implantadas por los
nazaríes quizás en época de Muhamad V.
El acceso a la
alcazaba se realizaba por una torre-puerta en recodo, que fue
demolida hacia los años 30 para emplear sus piedras en la
construcción de los muros de la Plaza Nueva. Constaba de dos puertas
en ángulo, tenía una bóveda de medio cañón, los arcos de entrada
y de salida eran pequeños, con alfiz y las esquinas de la torre eran
de sillería arenisca y de mampostería el resto de los muros.
El
poblado de este primer recinto fortificado tiene media hectárea de
superficie. La actual puerta de acceso es obra reciente, está
enclavada en el muro de la cerca, entre la Torre del Reloj y la
antigua de entrada que actualmente sirve de cochera, dispuesta en
ángulo recto con respecto al muro contiguo para acceder directamente
a la iglesia evitando el recodo existente que no conserva el
almenado. Tiene arcos apuntados de herradura. Dentro del recinto de
la villa se encontraría la Mezquita y la explanada exterior a ella,
que en un primer momento sirvió a los conquistadores cristianos para
constituir la iglesia, sobre la que posteriormente se edificó la
actual de Santiago.
Hubo un segundo recinto murado, totalmente
nazarita, que quedó reducido a las puertas y poco más; la de la
Muela, la del Rey y el Postigo, quedando solo vestigios de la
segunda. Contó también con otra puerta al noroeste de la que quedan
restos empotrados junto a una palmera en una vivienda del barrio de
la Torre, su flanco más débil, que posiblemente cubriría la
entrada a la villa por la parte del Caganchuelo. Esta parte, ya de
época granadina, fue construida naturalmente por el aumento de
población urbana defendida por el castillo que ya a finales del
siglo XV alcanzaba algo menos de 200 vecinos.
Se
encuentra en estado de ruina.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Iznájar
garcilanga y Luis Puey (Fotos)
Galería:
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