lunes, 16 de enero de 2023

Murallas de Alcalá de los Gazules (Cádiz)

 


Las Murallas de Alcalá de los Gazules se encuentra situadas en el casco urbano de la localidad del mismo nombre en la provincia de Cádiz (Andalucía). 

La primera referencia a Alcalá es de época musulmana: se la cita, en el siglo XI, como una fortaleza (del árabe “al-qalat”) de la Cora de Siduna (Sidonia), provincia en la que se instaló un considerable número de fuerzas bereberes norteafricanas. La villa aparece bajo el título de Alcalá Sidonia, por su pertenencia a dicho distrito, o junto al sobrenombre de “los Gazules”, por los Yazula o Guzzula, uno de los grupos tribales bereberes del norte del Sahara que constituyeron la columna central del movimiento almorávide por al-Andalus, aunque en el siglo XII se desgajarían de los almorávides para apoyar a los almohades. 

Tras la caída de Sevilla (hacia 1250), Alcalá se sometería a los monarcas cristianos, como el resto de la zona occidental de Cádiz. Pero al poco sus habitantes musulmanes participaban en el masivo levantamiento de los mudéjares andaluces, por lo que las tropas de Alfonso X toman Alcalá de forma definitiva en 1264; esta conquista acarreó el desalojo de sus habitantes y su repoblación, dificultada por su peligrosa posición avanzada frente a los nazaríes y sus aliados meriníes, que lanzaban devastadoras razzias desde sus bases del Estrecho. 

Por este motivo el señorío de la villa cambia de manos en numerosas ocasiones: Orden de Santa María de España, Guzmán el Bueno (que prefirió cambiarlo por unos olivares en Sanlúcar),... hasta recaer en el siglo XV en la estirpe de los Ribera, duques de Alcalá, una de las familias nobiliarias más poderosas de la Baja Edad Media española. Con la Casa de Alcalá, al concluir la guerra de Granada, la legendaria villa fronteriza experimentaría un notable desarrollo agrícola, ganadero y forestal. 

El pueblo de Alcalá se emplazaba en el llamado Cerro de la Coracha, cuya cima ocupaba el castillo en torno al cual se situaba la población que seguía por la vaguada de la Plaza de San Jorge hasta coronar otra cumbre. El conjunto fortificado estuvo defendido por una muralla, aún visible en muchos tramos, y abierto por la Puerta de la Villa , la Puerta Nueva o del Sol y otras no conservadas, de las que salen caminos, ejes de los posteriores ensanches de la ciudad. Al perder la fortaleza su uso defensivo, el pueblo comenzó a extenderse hacia las zonas bajas. 

Se encuentran en estado de ruina, y sólo quedan algunos vestigios. Hoy día se pueden apreciar, entremezclados, viviendas con terrazas y restos de torres y lienzos de las murallas que protegían la antigua fortaleza rodeando todo el contorno de la colina: en la calle San Juan de Ribera, en el Beaterío y en la calle Sánchez Aguayo (estos últimos restos, en la calle Sánchez Aguayo, 1 y 3, han sido puestos en valor restaurándolos, resaltándolos y protegiéndolos de manera que pueden visitarse entrando en la planta baja del inmueble). 

Son de acceso libre. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               L.C. Gargallo (Fotos)

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