El Castillo de Voltrera, también llamado Castillo de Villalba, se encuentra situado en el término municipal de la localidad de Abrega en la comarca del Baix Llobregat de la provincia de Barcelona (Cataluña).
Se
localiza al otro lado del río Llobregat, enfrente del pueblo, sobre una
elevación de 218 m. de altura, en la Sierra de Ribes. Se sitúa a
unos dos kilómetros del núcleo urbano en línea recta, hacia el
Este, pero al no existir puente sobre el río Llobregat, hay que dar
una gran vuelta por la población de Olessa y seguir la dirección de
la urbanización Can Vilalta en cuyo centro se levanta.
Aparece
el castillo documentado por primera vez en 1041, pero el término de
Voltrera ya es citado en el año 966. En 1041, la mujer de Guillem de
Castellvell vendió a su hijo Ramón el castillo de Voltrera. En 1110
Guillem Ramón de Castellvell, deseando peregrinar al Santo Sepulcro,
dejó en testamente el castillo de Voltrera y el señorío de Olesa a
su hijo Pedro, no sin dejar de exigirle que debía de convertirse en
clérigo.
En el año 1291 el infante Pedro reconoció que su prometida Guillermina de
Montcada i Castellvell aportaba al matrimonio entre otras
dependencias el castillo de Voltrera. Dependía de la baronía de
Castellví y fueron sus señores los Voltrera hasta el siglo XIV. En
1514, Juan de Llobets aparece como usufructuario del castillo. En
1554 era su señor Miguel Despalau. Después pasó a su hijo Juan
Despalau y Suñer, y por matrimonio de la hija de éste, María, con
José Amat y Desbosc, la señoría pasó a los Amat, señores de
Castellvell.
Luego
perteneció a los Sentmenat, a los Despalau y a los Amat. Durante la
Guerra de Sucesión, residía en él José Amat, destacado partidario
de Felipe V, el cual una vez acabada la guerra, fijó su residencia
en Can Vilalba, al pie del castillo. En el siglo XVIII el barón de
Maldá describe el castillo diciendo que Abrera queda a la vista de
la casa y del castillo de Villalba, también llamado castillo de
Vultrera que está situado a la otra parte del río.
Se
trata de un castillo montano de planta irregular, apenas apreciada,
como hemos indicado antes, por la escasez de sus restos y la espesa
vegetación. El monte donde se levanta es una pequeña estribación
meridional de la Sierra de Ribes, separada de ella por un collado que
debió ser su punto débil y en cuya parte debieron concentrarse las
más potentes defensas. La fábrica de los muros es la mampostería
en la parte baja de los muros y tapial en la parte superior.
No
se distinguen torres ni cámaras, tan solo muros y las ruinas de una
pequeña iglesia románica que estuvo dedicada a Sant Pere. Se
levantó a mediados del siglo XI en época de Ramón Guillem de
Voltrera. Se trata de una pequeña capilla con una sola nave
encabezada por un ábside semicircular que, a una parte y a otra,
tiene dos agujeros que corresponde a los antiguos absidiolos vaciados
en el muro. La bóveda está derrumbada, igual que la fachada
principal. Debió estar decorada con pinturas. El resto del castillo
fue muy modificado y reconstruido en época moderna, cuando eran
señores los Despalau y Amat.
Debido
a su grave estado, la Diputación presentó un proyecto (195.000 €)
para consolidar los restos y frenar su deterioro, especialmente en
las partes que corrían peligro de derrumbe, que eran muchas. Así
como crear un muro de contención para evitar el deslizamiento de
parte del cerro en que se ubica el castillo. Las obras comenzaron en
marzo de 2021. Actualmente, una vez terminadas las obras, sus visitas
están reguladas turísticamente.
Fuentes: Wikipedia
Cataluña Medieval
castillosricsol.org
Galería:
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