Castillo de Castellnou de Llinars (Llinars del Vallés, Barcelona)

 

El Castillo de Castellnou de Llinars se encuentra situado dentro de la localidad de Llinars del Vallés en la comarca del Vallés Oriental de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Corresponde a una edificación fortificada del siglo XVI. Fue edificado por Rimbau IV de Santcliment, barón de Llinars, entre los años 1548 y 1558, dentro de una concepción netamente renacentista de palacio residencial, en sustitución del antiguo Castillo del Far, que había sido derruido por un terremoto un siglo antes (1448). En este nuevo palacio no se olvidó del aspecto defensivo, concretado en pequeños baluartes y unas torrecillas angulares en las esquinas, que fueron suprimidas en el siglo XX, a excepción de los baluartes de la parte norte. 

Es un edificio de planta cuadrada, de unos 27 metros de lado, organizado alrededor de un patio central. La fachada tiene un portal de amplias dovelas en un arco de medio punto, encima del cual hay un frontal con el escudo de los Corberá sostenido por dos leones rampantes. Un vestíbulo de arco rebajado lleva al patio, al fondo del cual hay amplias estancias con bóvedas de crucería rebajada. 

A la derecha del patio hay una arquería con columnas toscanas de granito. En el piso presenta un arco central muy amplio y rebajado, flanqueado por dos arcos de medio punto y, en el segundo piso, seis arcos ligeramente apuntados. Esta galería da acceso a la escalera principal, que conduce a la sala noble de la casa, un rectángulo de 14 x 7 metros y de dos plantas de altura, con un magnífico friso pintado de temática profana. 

Se prolonga, ya a nivel de los muros, por un friso pintado al fresco de carácter alegórico, que consta de 32 óvalos enmarcados con base grotesca. Los seis óvalos del muro de poniente incluyen los escudos de los linajes emparentados con los Corbera, escudo de los cuales se encuentra bajo el friso. 

Los 26 óvalos restantes representan los doce meses del año, con su nombre escrito en catalán y su correspondiente signo zodiacal, repitiendo la iconografía medieval de las labores agrícolas. Siete planetas con sus signos astrológicos y finalmente, las siete virtudes - las teologales y las cardinales - acompañados de textos sagrados en latín, que les hacen alusión. Es obra de un pintor anónimo y provinciano, que les infundió una gracia manierista de carácter netamente popular.

Fuentes: Wikipedia

               castillos.net

               Cataluña Medieval

               Luis Puey (Fotos)

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