Las Murallas de Rota se encuentran situadas en el casco antiguo de la población de este nombre de la provincia de Cádiz (Andalucía).
Un
ribat musulmán fue el origen de la población hispano-musulmana de "Rabeta Ruta" (Fuerte de Frontera, nombre árabe de la actual Rota). En
el año 1251 Fernando III el Santo conquistó la villa a los
musulmanes. Posteriormente perdida en la sublevación mudéjar, fue
su hijo Alfonso X el Sabio el que la recupera en el año
1264.
Sancho IV donó la tierra y villas de costas existentes
entre el río Guadalquivir y Guadalete a don Alfonso Pérez de
Guzmán, apodado Guzmán el Bueno, en premio a su heroica defensa de
Tarifa. Años más tarde Guzmán el Bueno entrega la villa de Rota
como dote a su hija Isabel de Guzmán, al contraer matrimonio con don
Fernán Pérez Ponce de León, primer señor de Marchena desde 1309.
A partir de entonces el Castillo de Luna y sus alrededores pasaron a
formar parte del patrimonio de la Casa de Arcos.
La muralla
fue utilizada en un principio para separar los alrededores del ribat
de los asentamientos fuera de la fortaleza. A partir de la segunda
mitad del siglo XVI y, de forma más consolidada, a lo largo del XVII
se acondicionó para un uso más defensivo, añadiéndosele baterías
y baluartes dotados de barracones y merlatura, y que a finales del
siglo XVIII contaban con un considerable número de piezas de
artillería de a 24.
A
destacar entre éstos: la Batería
de la O ; la
Batería de la
Culebrina (saliendo
por el Arco del Muelle a la derecha; recibía su nombre por la gran
pieza de bronce que montó desde el reinado de Felipe II, siglo XVI,
hasta que las tropas anglo-holandesas se la llevaron como botín tras
el desembarco de 1702) y la de mayores dimensiones, la Batería de la
Concepción (orientada a poniente, en el lienzo de muralla que da a
la playa de la Costilla y delante de los chalets del Marqués de San
Marcial; apoyaba al cercano castillo reforzando la parte central del
lienzo que unía el Baluarte de la Culebrina con la Torre del
Caracol).
La
murallas formaban un óvalo que rodeaba la ciudad. Fue construida en
mampostería y su grosor era de 2 metros escasos. Hoy en día sólo
quedan trazas de sus muros, así como algunas de las puertas que
tuvo: la Puerta del Mar o del Muelle; la Puerta de Regla o de
Chipiona; restos de la Puerta de Jerez o Pasadilla y la desaparecida
Puerta de Sanlúcar o de la Villa. Al sur de la localidad, también
se abre un portillo que da frente al mar.
La mayoría de los
baluartes y baterías con los que contó han desaparecido casi por
completo, tanto por la acción del mar, especialmente tras el
maremoto de 1755 (la Batería de la O entre ellos), como por la
construcción sobre éstos, tras su abandono como elementos
defensivos, de otras estructuras: una fábrica de conservas sobre la
Batería de la O o, sobre la de la Culebrina, la Batería Duque de
Nájera, también desaparecida (un hotel homónimo se levanta sobre
su emplazamiento). De estas baterías, hoy apenas puede distinguirse
parte de su trazado.
Sin embargo, parte de la gran Batería de
la Concepción sí ha llegado hasta nuestros días: la plataforma
sobre la que se levantaba, rematada por una balaustrada en lugar de
por sus merlones y con un reloj de azulejos en su cara frontal. Una
escalera construida a principios de la década de 1920 se asemeja a
la escalera labrada que la comunicaba con la Playa de Poniente (hoy
playa de la Costilla).
Los
vestigios que quedan de la muralla se encuentran en estado de ruina
consolidada, mientras que los elementos que han perdurado se
encuentran en buen estado. Es de acceso libre.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
L.C. Gargallo (Fotos)
Galería:
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