martes, 12 de abril de 2022

Iglesia Fortificada de San Bartolomé (Jávea, Alicante)

 


La Iglesia Fortificada de San Bartolomé se encuentra situada en la bella ciudad de Jávea, en la comarca de la Marina Alta de la provincia de Alicante ( Comunidad Valenciana). 

Es uno de los escasos exponentes de iglesias fortificadas de la provincia de Alicante, tan abundantes en la provincia de Castellón. La agitada historia de esta población provocó la existencia de este tipo de construcción militar en una construcción netamente eclesiástica. 

El origen de la población queda más cierto en el establecimiento de una alquería islámica tras la invasión musulmana de la provincia, con pobladores procedentes de Denia, y no es raro que éstos se establecieran en otras alquerías cercanas a Xàbia. Jaime I el Conquistador, tras su recuperación, hizo donación del lugar a su hijo el infante Don Pedro en el año 1.233 y, a finales del siglo XIV, todas las alquerías de la demarcación consiguieron la independencia definitiva de Denia. 

En el transcurso de la Guerra de Sucesión, la población se declaró partidaria del rey Felipe V. Sufrió el sitio de las tropas austracistas y acabaría siendo ocupada por las mismas en el año 1.707. Su valerosa defensa le llevó a obtener el privilegio otorgado por el rey, de llevar la flor de lis en su escudo. En la Guerra de la Independencia fue tomada por las tropas napoleónicas, que saquearon distintos edificios, y especialmente la Iglesia de San Bartolomé. 

La Iglesia Fortificada de Jávea es un edificio parroquial de estilo gótico y fue construida con una doble finalidad: religiosa y defensiva o militar. La inseguridad que los reiterados ataques de piratas berberiscos producía en el litoral mediterráneo del siglo XVI, llevó a que se adoptaran habitualmente este tipo de construcción fortificada. 

Aunque la obra principal es del siglo XVI, se levantó sobre la estructura primitiva de una iglesia cristiana del siglo XIII, siendo su arquitecto principal Domingo Urteaga. Se sitúa hacia el noreste del municipio, en la parte más alta de la antigua villa amurallada. En la época medieval esta iglesia fue el elemento principal de defensa de Jávea. 

Se trata se una iglesia con una sola nave, con capillas entre contrafuertes y una cabecera cuadrada. La nave se divide en tres tramos que cubren, al igual que la cabecera, con bóveda de crucería estrellada. La capilla más cercana el testero por el lado izquierdo ( el del evangelio) se corresponde con el campanario y la torre defensiva. Al exterior presenta un aspecto de fortaleza con unos muros robustos, matacanes sobre las dos puertas, así como una terraza plana, teniendo la torre cercana como principal elemento defensivo. 

Tiene dos portadas: una situada a los pies, la de San Bartolomé, de claro estilo medieval con un arco apuntado, un gablete y pináculos que la enmarcan. La portada lateral, dedicada a San Gil, es también de estilo gótico y presenta una doble escalinata que sigue el mismo estilo. Con posterioridad se amplió por el lado sur con la sacristía y por el lado norte se levantó la Capilla del Santísimo. El carácter defensivo viene dado por su sólido cuerpo principal y su potente torre-campanario, aparte de los matacanes que defienden sus puertas, con saeteras y parapetos que rodean la terraza superior de esta iglesia-fortaleza. 

Fuentes: Castillos de Alicante
               Wikipedia

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