El Recinto Amurallado de la Medina de Córdoba se encuentra situado en la ciudad de Córdoba, capital provincial de Andalucía.
Está ocupando la zona
occidental y central del casco urbano, y limitando al sur con el río
Guadalquivir, al este con el recinto murado de la Axerquía y al
oeste con el Alcázar de los Reyes Cristianos y los recintos murados
de Castillo de la Judería y Alcázar Viejo o Corral de Ballesteros.
Las
primeras murallas con las que contó la ciudad fueron construidas en
el siglo II, durante la época romana,
abarcando
un perímetro de, aproximadamente, 2650 metros y un área de unas
47,6 hectáreas.
Este
recinto amurallado contaba con cuatro puertas que estaban orientadas
a cada uno de los cuatro puntos cardinales. Posteriormente, durante
el gobierno del emperador Tiberio, se eliminó el lienzo sur para
ampliar el área amurallada expandiendo la ciudad hacia el río y
abriendo nuevas puertas de acceso a la ciudad.
En
la época musulmana las antiguas murallas romanas se encontraban en
un estado deplorable. Durante la Fitna de al-Andalus, el antiguo
recinto amurallado fue reconstruido.
Más
tarde, como consecuencia del acercamiento cristiano, se construyó en
la parte oriental de la ciudad una nueva muralla anexa a la existente
con el objetivo de proteger las viviendas situadas extramuros.
De
esta forma, el recinto amurallado quedó dividido en dos partes: por
un lado el antiguo recinto amurallado, denominado La
Madina (al-Madina),
y por otro lado el nuevo recinto amurallado anexo, denominado la
Axerquía (al-Sarqiyya).
Cuando
Fernando III el Santo entró en la ciudad de Córdoba, ésta se
encontraba dividida en dos sectores amurallados principales, el
recinto de la Medina en la parte alta, que bajo el dominio de los
nuevos señores pasó a llamarse recinto de la Villa, y el recinto de
la Axerquía, más amplio, bajo y plano que el anterior. Estos dos
recintos se encontraban separados por el lienzo oriental de la
muralla de la Medina, y se comunicaban por tres puertas y dos
postigos, existiendo una gran explanada a lo largo de este
lienzo.
Durante los siglos bajomedievales la ciudad se
expandió por el oeste y suroeste con el barrio de San Bartolomé, el
Alcázar de los Reyes Cristianos, y los recintos llamados Castillo de
la Judería y Alcázar Viejo y numerosas huertas, entre ellas las del
Alcázar de los Reyes Cristianos y algunos monasterios.
Desde
entonces la estructura urbana de la ciudad permaneció dentro de sus
murallas, sufriendo pocas variaciones desde la época medieval. En
los primeros años del siglo XVI se abrió una nueva puerta de acceso
a la ciudad y una nueva vía de comunicación entre los recintos de
la Villa y la Axerquía. A partir de ese siglo, las murallas de
Córdoba entraron en un periodo de deterioro progresivo, como
consecuencia del paso del tiempo, de determinadas actuaciones
delictivas y del derribo de algunos trozos de murallas y torres con
fines prácticos y estéticos. Aunque durante el siglo XVII y
principios del XVIII se intentaron conservar y reparar las murallas,
el elevado coste de las obras hizo que se tuvieran que derribar
algunos lienzos, torres y puertas.
También a principios de la
segunda mitad del siglo XIX se derribaron algunos lienzos de muralla
y puertas, como las del Rincón, Gallegos, Andújar, Sevilla (en el
recinto murado del Alcázar Viejo), Osario, Nueva y Baeza. También
se remodelaron las puertas del Puente y Almodóvar, y se abrieron dos
nuevas, la de San Martín, o Gran Capitán, y la de
Trinidad.
Posteriormente fueron reconstruidas algunas puertas
y lienzos de muralla, como la Puerta de Sevilla. Actualmente
permanecen las puertas de Almodóvar, de Sevilla, del Puente, y
algunos tramos de muralla, torres y puertas. Un importante y largo
tramo de muralla de este recinto puede verse entre los jardines de
los Santos Mártires (cerca del alcázar de los Reyes Cristianos) y
la hoy desaparecida Puerta de Gallegos. Durante la construcción de
algunos edificios de la ciudad se han encontrado restos de la antigua
muralla, y en algunos casos, como en la sede central de CajaSur, han
sido rescatados e integrados en la nueva edificación, exponiéndolos
al público.
Gracias a varias excavaciones se ha podido
determinar el trazado de la muralla por el sector suroccidental del
recinto. En concreto, la muralla partía de la Puerta del Puente
hacia poniente por la fachada sur del Seminario de San Pelagio y
penetraba en lo que posteriormente sería el alcázar de los Reyes
Cristianos, pasando por la zona central del patio de las Mujeres, el
patio mudéjar y el muro meridional que delimita las albercas de los
jardines altos, al mediodía de la torre de los Leones. Después el
trazado gira hacia el norte (formando el vértice suroeste) por el
muro que delimita las Caballerizas Reales por el este y el borde
occidental de los jardines de los Santos Mártires, enlazando con el
tramo de muralla que hoy día puede verse en la Calle Cairuán.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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