La Muralla Abaluartada de Olivenza se encuentra situada en el casco histórico rodeando las murallas medievales de la localidad de Olivenza en la provincia de Badajoz (Extremadura).
Durante
la Guerra de Restauración portuguesa, la posición de Olivenza, por
entonces portuguesa, readquirió importancia estratégica. De este
modo, a partir del reinado de Juan IV de Portugal tuvo lugar una
nueva etapa constructiva, transformando la ciudad en una auténtica
plaza fuerte.
Para
ese fin, en el siglo XVII se demolió la antigua cerca manuelina,
reaprovechando su piedra para erigir una cuarta muralla, con planta
en forma de polígono estrellado, amparada por nueve baluartes. El
trazado y dirección de las obras estuvieron a cargo del arquitecto
jesuita holandés Cosmander.
Todavía
en obras, fue conquistada en el año 1657, tras cuatro tentativas
frustradas, por tropas españolas bajo el mando del Duque de San
Germán, siendo devuelta a Portugal con la firma del Tratado de
Lisboa del año 1668. Con la paz, fueron retomados los trabajos de
fortificación, así como reconstruido el puente de Ajuda, cuyos
arcos centrales serían volados en el año 1709, durante la Guerra de
Sucesión española.
Cosmander,
bien capturado por las fuerzas españolas, bien habiéndose cambiado
de bando, falleció tiroteado en un ataque español a esa misma
plaza, cuando la defendía al frente de un efectivo de 1000 hombres.
Durante
la primera mitad del siglo XVIII, los trabajos del recinto
abaluartado aumentaron, con la adición de estructuras significativas
como las de los Cuarteles de Caballería e Infantería, el Cuartel
Central (Padaria do Rei), el polvorín de Santa Bárbara, el hospital
militar de San Juan de Dios, las puertas del Calvario, los revellines
y demás obras exteriores del recinto.
En
la segunda mitad de ese siglo, reorientando su posición estratégica
frente a España, Portugal cambia de una política ofensiva a una
defensiva, lo que afectó a su posición en la margen izquierda del
río Guadiana, particularmente a Olivenza: todos los arquitectos
militares extranjeros que la visitan, a petición de la Corona
portuguesa (Rainsford, Valleré, el Príncipe de Waldeck, Myremont),
recomiendan su abandono estratégico.
La
muralla abaluartada de Olivenza integra 9 bastiones, un número que
puede parecer excesivo, pero que está justificado por la necesidad
de no dejar ningún barrio fuera del recinto. También
se conserva una de las tres puertas que tuvo: la
Puerta del Calvario.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Eduardo Argote (Fotos)
Galería:
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