El Castillo de Ubal se alza a unos 700 m. de altitud al norte de la localidad de Obejo, en plena Sierra Morena y a 47 km. de la capital en la provincia de Córdoba (Andalucía).
Sus
escasos restos se pueden observar desde una pequeña placita que hay
al lado de la iglesia parroquial de esta localidad cordobesa.
La
actual localidad de Obejo, asentada sobre una alargada loma, parece
corresponderse con la que al-Udri y otros autores mencionan como
Ubal, en el camino de Córdoba a Toledo. Los testimonios
arqueológicos sugieren que el castillo de Ubal debió existir desde
época califal. Parece ser que se trataba de un asentamiento humano
de cierta importancia que servía para controlar la ruta que
discurría por Mogávar y Pedroche hasta La Alcudia.
La
inexistencia de fuentes escritas con anterioridad a la Reconquista,
hace que el origen de Obejo sea difícil de determinar. Se han
verificado hallazgos de tumbas de origen incierto en varios sitios
relativamente próximos al núcleo de población actual, que por sus
características y según los expertos, podrían tratarse de restos
ibéricos, aunque también se han encontrado monedas árabes y en
menor cantidad romanas.
Parece
probable, como señala Ramírez de las Casas-Deza, que los fundadores
de Obejo quisieran ocultarse al escoger un lugar tan apartado de todo
comercio y comunicación para salvaguardar, probablemente, la riqueza
minera de la zona ya que se han descubierto numerosos restos de
galerías de yacimientos de cobre, plata, oro y plomo.
Parece
que Obejo corresponde, con la que Al-Udri y otros autores mencionan
como Ubal, al camino de Córdoba a Toledo, así que su castillo, con
el mismo nombre, debió existir ya en época califal. Los musulmanes
dejaron tres castillos, vigilantes del antiguo camino: Castillo
de Ubal, Castillo de Lara y Castillo de Peñaflor.
Del primero sólo quedan restos de torreones, y de los otros dos
algún indicio de que aquello debió tratarse de un asentamiento
humano de cierta importancia que serviría para el control militar de
la ruta que discurría por Mogávar y Pedroche hasta La Alcudia,
verificado por las numerosas monedas y vasijas encontradas.
La
reconquista cristiana fue por tanto tardía ya que las
tropas de Fernando III el Santo tardaron
tiempo
en
descubrir Obejo tras la toma de Córdoba.
La villa fue conquistada en 1237 y seis años más tarde el rey la
donó a Córdoba, en cuya jurisdicción quedó integrada. Sabemos que
el castillo de Obejo fue uno de los que Fernando III entregó a la
jurisdicción de Córdoba en 1.242. Según el investigador local D.
Eulogio Ricardo Quintanilla, en 1.260 la Iglesia de Obejo contribuía
con sus diezmos al obispado de Córdoba.
Casi
desaparecido. Sólo quedan restos de torreones, como muñones y leves
testimonios de su amurallamiento en torno a la iglesia de San Pedro
Abad, en cuya construcción se utilizaron materiales del castillo y
la muralla.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Obejo
garcilanga (Fotos)
Galería:
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