Los restos de la Alcazaba de Jumilla se encuentran situados en el mismo cerro donde se levanta el castillo medieval de la localidad del mismo nombre en la Comunidad de Murcia.
Se
trata de un lugar que ocupa una situación privilegiada y que fue
fortificada y ampliada desde la Edad de Bronce. Así, en la Edad de
Hierro se convirtió en un poblado íbero fortificado, que
posteriormente fue ampliado por los romanos en el siglo I, y sobre
cuyas ruinas los árabes comenzarían siete siglos más tarde, en el
año 713, la construcción de la fortaleza árabe, hasta que 5 siglos
después, en el año 1241, el lugar fuera conquistado por Fernando
III el Santo.
Las
primeras fortificaciones del cerro proceden de la Edad de Bronce y,
debido a su situación privilegiada, se siguió ampliando a lo largo
de los siglos. En la Edad de Hierro, los íberos se asentaron en él
convirtiéndolo en un gran poblado fortificado. Después, son los
romanos los que se hacen con su posesión y fortifican el cerro,
construyendo así una parte de la muralla, que aún se conserva hoy
en día. De esta época encontramos restos de cerámica sigillata
del
siglo I.
Siete siglos después, en abril de 713, los árabes
atravesaron Jumilla en su intento de conquistar la península, y
comenzaron la construcción de la fortaleza árabe sobre las antiguas
ruinas romanas. El asentamiento árabe en Jumilla duró cinco siglos,
hasta que en el año 1241 fue conquistada por Fernando III el Santo,
integrándose así por vez primera a la corona de Castilla.
Los
restos de dicha alcazaba, y sobre todo los tramos de murallas de la
misma han sido restaurados y recuperados, de tal manera que hoy en
día se encuentran en aceptable estado de conservación.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Jumilla
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario